Que pudo ser del aire que respiras. Que pudo ser de la mirada que perdiste cualquier tarde de abril, girando entre autobuses en fila en aquella parada de Gran Vía. Que pudo ser del recuerdo de aquel beso que nunca diste o de la caricia que nunca llego a rozar tu piel. Que pudo ser de aquel sueño de hace años, de los pasos perdidos, de los caminos pasados.
Que pudo ser de aquella chica que subió con La Chunga, después de aquella partida de dados. Donde fue, porque, cuando, quizás, tal vez. Y Vargas Llosa nos invita a imaginar, a pensar, a sentir. A ver las miradas, a oír los deseos. La Chunga es la dueña del bar y la chica la prenda de la pérdida a los dados. Pero eso sólo es el principio de la historia. Lo demás es teatro. O Vida. O ambas cosas. Todo en La Chunga, una obra con dirección de Juan Ollé que protagonizan Aitana Sánchez Gijón e Irene Escolar y que estará en el Teatro Español hasta el 16 de junio.
Un paseo por Madrid, un café de media tarde, charlar sobre "de todo un poco". Una sonrisa, una caricia distraída. Una obra de teatro de Vargas-Llosa y la noche de Madrid al salir. No parece mal plan ¿no?
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La Chunga, de Mario Vargas-Llosa
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