Mozart y Lucio Silla inauguran la temporada del bicentenario del Teatro Real.

El Teatro Real inicia temporada con un doble aniversario en puertas: las dos décadas de su reinauguración (el 11 de octubre de 1997) y los doscientos años de su fundación, el 23 de abril de 1818. Con motivo de ambos eventos, la programación se presenta especialmente atractiva. Mozart abre las celebraciones operísticas con una de sus obras maestras, Lucio Silla. Se trata de un acontecimiento excepcional, pues es la primera vez que se representa esta pieza en Madrid.

Wolfgang Amadeus Mozart compuso Lucio Silla, tras Mitridate, rè di Ponto y Ascanio in Alba. Tenía dieciséis años y se encontraba con su padre en Milán. Allí se estrenó el 26 de diciembre de 1772 en el Teatro Regio Ducal. El éxito de esta su tercera ópera —un punto de inflexión en la carrera del compositor, ya muy influido por Gluck— fue absoluto. Sin embargo, pese a la excepcional partitura, el virtuosismo exigido a los solistas hace que sea una de las composiciones menos representadas del músico de Salzburgo.

Cierto es que los directores mozartianos de la vieja escuela nunca lograron crear un montaje cuanto menos decente. Contra ello ha luchado Claus Gluth casi hasta la extenuación. El resultado ha valido la pena, pues el director, prescindiendo del estaticismo tradicional, define a la perfección los diversos ambientes de la obra: la marginalidad de los conspiradores, los lodos del poder, la arbitrariedad de su ejercicio. Todo ello en un contexto atemporal y neutro que le ayuda a resaltar la psicología más íntima de los personajes.

El libreto se inspira en las hazañas de un personaje de la antigüedad romana, sin atender en absoluto al rigor histórico. De hecho, tanto los lazos de parentesco como las correrías y la magnanimidad de Lucio Silla distan mucho del tirano sanguinario que en realidad fue. Bandos y enemigos, sentimientos y pasiones incontroladas, códigos de honor resquebrajados y luchas de poder fluyen en esta trama compleja cuyos cánones musicales se adaptan las rigideces de la ópera seria. Sin embargo, el ingenio de Mozart logra una composición cargada de aliento y contrastes dramáticos.

El montaje, procedente del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, fue coproducido originalmente por el Theater an der Wien y el Festival Wiener Festwochen en 2005. Con Lucio Silla, Ivor Bolton, director musical del Teatro Real y gran experto mozartiano, dirigirá su décima ópera en el coliseo madrileño, donde debutó en 2007.

Como dos de los personajes masculinos destinados originalmente a ser cantados por castrati se interpretan por una mezzosoprano y una soprano, se puede decir que en Lucio Silla la gran complicación vocal recae sobre las cuatro cantantes femeninas, sobre todo Giunia, cuyo dificilísimo papel será interpretado alternadamente por las sopranos francesas Patricia Petibon y Julie Fuchs, secundadas por Silvia Tro Santafé y Marina Comparato (Cecilio), las sopranos Inga Kalna y Hulkar Sabirova (Lucio) y María José Moreno y Anna Devin (Celia). Completan los repartos los tenores Kenneth Tarver y Roger Padullés (Aufidio). Junto a ambos elencos actuarán la Orquesta y Coro Titulares del Teatro Real.

Fechas: del 13 al 23 de septiembre 2017. Duración aproximada: 3 horas y 35 minutos. Parte I: 120 minutos. Descanso de 25 minutos. Parte II: 70 minutos.

Galería de imágenes