Shakespeare. Medida por medida
Escena

Medida por medida, ¿te quieres reír con Shakespeare?

Sexo, muerte, poder y corrupción. Con estos ingredientes Shakespeare construye esta comedia “impura” de difícil clasificación, comprometida con su tiempo y su pensamiento.

Medida por medida es una pieza extraordinaria y extraordinariamente actual. Así lo expresa el equipo responsable de este nuevo montaje shakesperiano que llega al Teatro Bellas Artes de Madrid el próximo 1 de agosto. Explora el choque entre lo privado y lo público, el sacrificio, la culpa y el perdón, la moral política y el interés personal, el deseo y la honestidad. Se trata de una obra tan inclasificable que Harold Bloom la describió como “la comedia que destruye la comedia”, tal es la mezcolanza de drama y humor. Aunque fue escrita hacia 1604, es fácil encontrar similitudes con el tiempo actual: poco han cambiado las debilidades humanas y la erótica del poder.

El título lo toma el bardo inglés del Evangelio de San Mateo: "Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá". A partir de ahí construye un laberinto sobre el vicio, el pecado, la hipocresía social y los prejuicios. "Algunos se elevan por el pecado, otros caen por la virtud", abre la primera escena del segundo acto y bien podría resumir el mensaje de una de las piezas más personales y comprometidas de Shakespeare.

Vincentio, Duque de Viena, incapaz de aplicar las leyes cristianas que castigan las prácticas sexuales contrarias a las mismas, delega el poder en Ángelo, un inquisidor ¿incorruptible? En su primera decisión como juez supremo, Ángelo castiga a Claudio a morir simplemente por acostarse con su novia, algo atroz para el puritanismo imperante en aquellos tiempos. El embarazo es la gota que colma el vaso del crimen, la prueba evidente de la falta, la ausencia de moral y la quiebra de lo correcto.

Producciones Inconstantes y Factoría Teatro se alían para subir a las tablas un texto tan exigente como punzante, poco representado en España. La versión de Emilio del Valle e Isidro Timón lo elevan, si cabe más, a la cima de lo contemporáneo. Porque, aunque Shakespeare no necesita escuderos, el montaje no sólo hace honor a la esencia shakesperiana, también consolida el concepto de “clásico” y atemporal del maestro.

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William Shakespeare. Medida por medida. Teatro Bellas Artes. Del 1 de agosto al 2 de septiembre de 2018.