Malinche es un espectáculo musical como no has visto otro tanto si te gusta como si no lo hace, y por supuesto puede no gustarte, aunque no por ello deja de ser un musical como no has visto otro jamás ¿por qué? Porque en él confluyen demasiadas cosas demasiado diferentes como para que la mezcla sea repetible.
Durante las más de tres horas que dura el espectáculo, descanso incluido, habrá momentos en los que tendrás la sensación de estar viendo un musical al más puro estilo Broadway, otros en los que sentirás que te has colado en un concierto de Nacho Cano (su sonido es inconfundible...), habrá también momentos en los que creerás estar viendo un espectáculo rockero de primer nivel y otros, no pocos, en los que disfrutarás del taconeo flamenco como nunca imaginaste que lo harías.
Vamos a insistir. Malinche es un espectáculo musical. Un gran espectáculo musical que se degusta con tacos y cerveza y se cata con tequila y mezcal pero que suena como la movida madrileña de los 80 y como la Gran Vía de Madrid en el S.XXI, la de los grandes musicales.
No pidamos más de lo que se nos puede dar ni nos conformemos con menos de lo que se nos debe dar, Maliche promete un gran espectáculo de teatro musical y cumple de sobra y de largo.
Y siendo así ¿por qué podría no gustarte Malinche? Porque es un espectáculo que firma un artista que es el padre, el hijo y el espíritu no santo de los entronizados años 80, una época dura no sólo en lo que tiene que ver con la noche madrileña, las sustancias que la aliñaban y los personajes que la protagonizaban sino también con la libertad, una libertad que es hoy pura transgresión (y ensoñación... porque hoy somos más de ofendernos que de gozarnos).
Que te guste o no Malinche no depende de Nacho Cano ni de su espectáculo, ellos hacen su parte magistralmente, depende de lo que tú tengas en la cabeza: si acudes a disfrutarlo libre de todo prejuicio y siendo consciente de que vas a ver un espectáculo musical y no otra cosa, será prácticamente imposible que no salgas canturreando el México grande libre, México mágico mundo nuestro, México azteca maya, México centro del universo...
Ahora bien, si buscas la exactitud de una recreación histórica y el respeto reverencial a lo que un día fue España más allá de su leyenda negra, te ofenderás. Te ofenderás tanto como si lo que buscas en este espectáculo musical es un sepuku español, un daño autoinfligido como el que nos hace la susodicha leyenda negra. Y entre ofensa y ofensa no sólo te perderás el espectáculo sino su importancia.
No importa cuánto o cuán poco se celebre la Hispanidad, lo que importa es que en toda Hispanoamérica se habla español, lo que importa es que la primera carta de derechos humanos fue española porque, a través del bautismo, España reconoció a los indios como iguales y porque en Salamanca se hablaba del 'Derecho de Gentes' mucho antes de que Roosevelt lo hiciera de Derechos Universales; lo que importa es que allá donde llegaron los navíos españoles llegó la cultura porque el imperio español fue como el romano, una moneda de dos caras, la bárbara y la cultural, porque por muy militares que fueran sus conquistas, tras ellos la civilización renacía a través del mestizaje; lo que importa es que la conquista del México por parte de los españoles fue también mexicana, fue mestiza, porque fueron muchos los indígenes que se unieron al invasor para defenderse de quienes los tenían sojuzgados, la propia Malinche era una esclava... Y todo eso es lo que celebra Malinche, el Musical de Nacho Cano. Lo hace a su manera, a la manera del espíritu poco santo y muy libertino y transgresor que domina su cretividad. Guste a quien guste. Disguste a quien disguste.
Habrá quien quiera cancelarlo por no alimentar debidamente la leyenda negra y por lo contrario, por no rendir la pleitesía debida a la historia que un día fue... y habrá quien, y ojalá sea una gran mayoría, disfrute de la creatividad y el arte de Nacho Cano, de su alma transgresora, de su exquisito estilo musical, de un escenario en el que Moctezuma sube, literalmente, al cielo y Malinche bautiza por siempre el mestizaje, de un amplísimo reparto de actores que son cantantes y bailarines (y viceversa)... habrá quien, en definitiva, disfrute de un gran espectáculo musical, porque eso es lo que es Malinche, ni más ni menos, un gran espectáculo musical.
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Espectáculo: Malinche, un musical de Nacho Cano
Creación y dirección: Nacho Cano
Lugar: Ifema - Madrid
Entradas:Entradas.com - Malinche
Precio: desde 45 euros
Más información: Malinche, The Musical