Danza y teatro, marionetas y tradición, exposiciones e ingenio y, por supuesto, libros. Porque la Navidad es sinónimo de ilusión; implica mucho más que salir de tiendas o elegir regalos y los niños son los que más disfrutan de esta Fiesta entrañable y familiar.
Tal vez por ello, teatros, museos y espacios culturales se esmeran en crear ambientes extraordinarios, espacios únicos que abren sus puertas al público infantil con actividades y programas especialmente diseñados para los más pequeños. Un público exigente, dispuesto a dejarse conquistar por la magia de la imaginación, de los sueños, de las historias de siempre.
Madrid se inclina por la puesta en escena de cuentos tradicionales, como el célebre Pulgarcito de Charles Perrault o el entrañable Pinocho, pero también las aventuras contemporáneas, como las que vivirá Papá Noel en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao, los Vuelos de Leonardo da Vinci convertidos en danza, o el increíble paseo por la historia de la ciencia mediante figuras de plastilina que propone la Casa de la Ciencia de Sevilla, forman parte del extenso elenco cultural para disfrutar en familia durante las Fiestas. Los grandes coliseos se suman a la celebración con propuestas sorprendentes como la que ofrece el Teatro Real durante este primer fin de semana previo a la Navidad; una extraordinaria representación de la ópera Dido y Eneas enfocada a despertar las inquietudes musicales del público más joven.
Cómo no, en este tiempo, tampoco faltan los belenes, desde los más antiguos hasta diseños contemporáneos con los Clics como protagonistas. Aunque puestos a elegir, la tradición manda. Y el arte también. Uno de los más bellos belenes napolitanos se encuentra este año en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, que recupera más de seiscientas piezas en un montaje sin precedentes
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