Viviane Hagner Imagen: ©IGORSTUDIO. Filarmónica. Auditorio Nacional
Escena

Beethoven y Rachmaninov inauguran la sexta temporada de La Filarmónica

La Staatskapelle Weimar, dirigida en el siglo XVIII por Johann Sebastián Bach, abre la sexta temporada de la Filarmónica de Madrid.

La Filarmónica inaugura su sexta temporada el próximo 14 de noviembre en el Auditorio Nacional con un concierto a cargo de la Staatskapelle Weimar, dirigida por el mallorquín Antonio Méndez, con la reputada violinista Viviane Hagner como solista.

La Staatskapelle Weimar —Orquesta Estatal de la ciudad de Weimar—, fundada en 1491, es una de las más antiguas e ilustres de Alemania. Fue dirigida ya en el siglo XVIII por el mismo Johann Sebastian Bach, y años después por compositores de la talla de Hummel, Franz Liszt o Richard Strauss. A lo largo de su historia, la Staatskapelle se enorgullece de haber estrenado óperas y obras orquestales de primer orden como Lohengrin de Wagner, Hansel y Gretel de Humperdinck o Samson et Dalila de Saint-Saëns.

Antonio Méndez debuta en La Filarmónica tras ganar el Concurso Malko en 2012, con Lorin Maazel en la presidencia del jurado y consolidarse como uno de los directores destacados del panorama internacional. Por su parte, Viviane Hagner, discípula de Pinchas Zukerman, será la encargada de interpretar como solista el Concierto para violín de Beethoven, la primera de las dos piezas que sonarán en la sala sinfónica del Auditorio Nacional de Madrid.

La Sinfonía nº. 2 en mi menor Op. 27, pieza clave del Romanticismo y una de las más bellas de Rachmaninov, fue compuesta en Dresde (Alemania) en homenaje a su maestro y también compositor Sergéi Tanéyev. Se trata de una obra intensa y dramática que sigue al pie de la letra la tradición sinfónica rusa —cuatro movimientos de gran ritmo y expresividad—, cuyo lirismo ha entusiasmado al público desde su estreno en 1908.

Tenía sólo 36 años cuando Beethoven terminaba su única pieza para violín. Considerado el más bello concierto escrito para este instrumento, cuentan que el joven compositor trabajó a destajo, machacando una y otra vez los solos para otorgar al violín idéntica importancia que a la orquesta. Al parecer, el músico terminó la versión definitiva tan al borde del estreno en Viena que el intérprete Franz Clement tuvo que “leer a primera vista” una parte de la melodía.

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Programa: Beethoven, Concierto para violín, en re mayor, op. 61. Rachmaninov Sinfonía núm. 2, en mi menor, op. 27. Martes, 14 de noviembre de 2017, 22:30 h
Auditorio Nacional - Sala Sinfónica.