Cuenta Matias de Federico, autor de Bajo Terapia, que cuando llegó la hora de ponerse a escribir lo que él quería que fuese su primera obra de teatro, no había manera de empezar, de hincarle el diente a una historia para llevársela a la boca. Y que fue una casualidad, en forma de recomendación médica, lo que le llevó hasta la anécdota, escena o como queramos llamarla que terminó por ser el punto de partida a partir del cual se termino por conformar la obra. Puede que sea verdad, o puede que simplemente sea una manera de decirnos que la vida tiene extrañas maneras de llevarnos de aquí hasta allí, y que allí no suele ser el sitio donde queríamos ir.
Bajo Terapia se desarrolla a partir de la reunión de tres parejas que se encuentran por recomendación de la terapeuta que tienen en común (aparentemente lo único que les relaciona) para iniciar una sesión de terapia en conjunto destinada a mejorar sus relaciones de pareja. Y a eso es lo que asistimos, a una sesión donde pasamos de la risa a la reflexión o al asombro, para volver a la sonrisa pasando por el reconocimiento de algún que otro reflejo en nuestras propias vidas. Y así nos van llevando, de manera convincente y sólida, hasta encontrarnos con el final de la sesión y de la obra. Y ya hemos dicho que no siempre terminamos donde queremos. De hecho, hay veces que ni queremos ir.
Bajo Terapia está dirigida por Daniel Veronese e interpretada (más que bien), por Gorka Otxoa, Manuela Velasco, Fele Martínez, Melani Olivares, Juan Carlos Vellido y Carmen Ruiz. Ellos encarnan a esas tres parejas con las que durante un buen rato compartiremos secretos que parecían inconfesables, confesiones que querríamos mantener en secreto y desenlaces que sólo pueden surgir cuando te pones Bajo Terapia.
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