Classical

El duelo por la fama entre Liszt y Thalberg

La princesa Belgiojoso anunció su veredicto: Thalberg puede ser el primer pianista en el mundo, pero Liszt es el único.

El repentino interés por la política que había alejado durante dos años al compositor húngaro Franz Liszt de los escenarios de conciertos, terminó el día que descubrió que un recién llegado, un tal Thalberg, amenazaba con usurpar su liderazgo pianístico en París. El compositor, que se había establecido en Suiza en mayo de 1835 con la condesa Marie d’Agoult, había vuelto a ofrecer recitales en Lyon y sobre todo en París, y ahora estaba decidido a demostrar que él era todavía el primer pianista del mundo.

Tan virtuoso como Liszt, el ginebrino Sigismond Thalberg se había formado en Viena con Johann Nepomuk Hummel. Con catorce años ya era toda una celebridad en los salones vieneses. En 1830 inició una larga gira que lo llevaría a Inglaterra, Alemania, y finalmente a París. Su gran éxito obligó a Liszt a regresar de Suiza y escribir un artículo en la Revue et gazette musicale en el que criticaba con dureza a su adversario. Nada mejoró, todo lo contrario, cuando en la misma revista el influyente crítico belga François Joseph Fétis defendió a Thalberg como el más excelso de los pianistas vivos.

La disputa llegó a su fin el 31 de marzo de 1837, cuando la princesa Cristina Trivulzio di Belgiojoso decidió resolverla haciendo comparecer a ambos en un duelo musical en el marco de un concierto en beneficio de los pobres realizado en su salón. Thalberg tocó sus impactante Fantasía sobre temas del Moisés de Rossini. Liszt le siguió con una sorprendente transcripción de una cavatina de Pacini. La princesa Belgiojoso anunció su veredicto: Thalberg puede ser el primer pianista en el mundo, pero Liszt es el único.

Allí mismo se cerró un pacto para que Liszt reuniera a un conjunto de compositores para componer una obra colectiva, Hexaméron, Morceau de concert, un tributo a la princesa consistente en un ciclo de seis variaciones sobre un tema – la Marcha de los Puritanos de Bellini- en la que participaron, además de Liszt y Thalberg, Johann Peter Pixis, Henri Herz, Carl Czerny y Frédéric Chopin. Como no hemos encontrado un video adecuado de esta pieza, os dejamos con el siempre bello Liebestraum nº 3 de Liszt, interpretado por la pianista georgiana Khatia Buniatishvili en el iTunes Festival 2014.