En su juventud, el cantante, compositor e instrumentista Giulio Caccini asistió a las reuniones de la Camerata que bajo el patrocinio del conde Giovanni Bardi se celebraban en Florencia. Entre el grupo de humanistas, músicos, poetas e intelectuales que formaba la conocida como Camerata Fiorentina se encontraba Vincenzo Galilei, el padre del archiconocido físico, laudista, compositor y teórico de la música.
Galilei polemizaba en sus escritos con un antiguo maestro, Zarlino, sosteniendo que era necesario volver a encontrar la música antigua, esto es, la melodía de una sola voz en contraposición a la polifonía contrapuntista de los venecianos. Estas teorías influyeron de forma decisiva en Caccini y en Jacopo Peri, ambos creadores de las primeras óperas, Dafne, cuya música no se conserva, y Eurídice.
Caccini publicó en 1601 una colección de canciones para voz sola con bajo continuo, con el título de Le nuove musiche, titulo que ya señala lo novedoso de las técnicas de composición de las obras que componían el libro. En ellas se utilizan por primera vez el bajo continuo y el recitativo, tipo de canto con el que defendía los principios del recitar cantando. Caracteristicas que marcan el final del Renacimiento y el comienzo del Barroco musical y por las que Caccini ha pasado a la historia como uno de los precursores del estilo barroco.
Por si pudiera parecer escasa su contribución, Giulio Caccini fue el padre de una de las mujeres de mayor fama y prestigio musical en la Florencia del primer cuarto del siglo XVII, Francesca Caccini, apodada La Cecchina. Además compuso el famosísimo Ave Maria que lleva su nombre.
El Ave María de Giulio Caccini es una famosa composición musical del Barroco... afirmación que lo único que tiene de cierta es que se trata de un Ave María, porque ni es de Caccini ni es una pieza compuesta en el barroco. Este Ave María fue compuesto en 1970 por el laudista, guitarrista y compositor ruso Vladimir Vavilov, que tenía el frecuente hábito de atribuir sus propias composiciones a otros compositores, generalmente del Renacimiento o del Barroco. Él mismo la grabó en un disco titulado Música de laúd de los siglos XVI-XVII como una pieza anónima.
A pesar del nombre del disco, él mismo compuso casi todas las canciones grabadas. Su atribución a Caccini es posterior al fallecimiento de Vavilov, y probablemente sea responsabilidad del organista Mark Shakhin, que había participado en la grabación del disco y que compartió con otros músicos partituras recientemente descubiertas. Después de un arreglo hecho por el organista Oleg Yanchenko en 1987 se hizo famosa en el mundo entero.
Incomprensible historia verdad?. Si?. Lo más incomprensible de todo es cómo pudo colar el Ave María de Vavilov como una obra barroca -o de transición del Renacimiento al Barroco- cuando, a pesar de que imita el bajo continuo barroco, hace uso de una melodía y armonía clásica y romántica. Además, el texto se reduce a las dos primeras palabras de la tradicional oración litúrgica dedicada por los católicos a la madre de Jesús, haciendo que la melodía sobresalga sobremanera respecto al texto. Cuestión impensable para un compositor católico como Caccini, por estilo y porque compuso su obra en los años inmediatamente posteriores al Concilio de Trento.