Fonda. Dícese, según la RAE, de un establecimiento público, de categoría inferior a la del hotel, o de tipo más antiguo, donde se da hospedaje y se sirven comidas. Pues bien, en Olost, provincia de Barcelona, encontramos una de esas fondas de tipo más antiguo que acogen al viajero y le deleitan el gusto al punto de merecer una estrella michelín.
Hablamos de Fonda Sala, un establecimiento familiar ubicado en una zona tranquila y boscosa, un lugar único para el clásico y ya más literario que real parada y fonda en la casa de Toni Sala -alma y chef- y Aurora -quien manda en la sala-.
Toni Sala, tras años entre fogones de ilustres cocinas de Barcelona, abrió en su fonda un salón en el que bailan los platos recién salidos de su creatividad y su cocina; se trata de recetas naturales y alimentos de temporada con la pátina de la las vanguardias culinarias. Es este salón el que los ha hecho merecedores de una distinción como es la estrella michelín y destino de los amantes de la nueva y buena cocina.
Claro que estamos en una Fonda, y por eso, ofrecen también menú diario y servicio de habitaciones...
Fonda Sala es un destino de esos que apetecen en otoño, uno de interior tranquilo y natural, de delite de los sentidos y descanso del acelerado ritmo de vida de cada día.
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