Tepic se muda a la Milla de Oro de Madrid.

Tras ocho años de éxito, el mexicano más auténtico de la capital abandona su ubicación original en el barrio de Chueca para trasladarse a la Milla de Oro madrileña. En el número 14 de la calle Ayala, entre Serrano y el paseo de la Castellana, abre sus puertas un Tepic renovado, minimalista y acogedor que sigue apostando por la autenticidad y calidad de sus platos, la elaboración artesanal y materias primas genuinas como como los chiles, la jícama, el pasote, el tomatillo o la flor de calabaza que también crecen en su huerto especial en tierras segovianas.

Aires urbanos impregnan la atmósfera del local cuya amplia barra forrada de cerámica mexicana en la planta superior, es uno de los grandes aciertos de su nueva estética. Un espacio exquisito diseñado especialmente para el tapeo informal y el afterwork que une la cocina tradicional azteca y su incomparable variedad de tequilas y mezcales con un formato tan español como los taburetes y las mesas altas. Y es que Tepic cuenta con una de las mayores colecciones de destilados mexicanos, procedentes directamente del país, para elaborar cócteles como el Acapulque, el Margarita o el Rosa alacrán, o acompañar los platillos y antojitos idénticos a los de la carta principal en formato reducido. Ideales para una comida informal, un picoteo con el sabor más auténtico de México.

Más de doscientas variedades cactus, todos ellos naturales, adornan la inmensa vitrina de cristal que cubre la pared principal de la zona gastronómica. Y no se trata de un detalle escogido al azar. El cactus, además de la planta mexicana por excelencia, está considerado desde tiempos milenarios como un símbolo de paz, un talismán de protección. De ahí que en Tepic sean los cactus los encargados de dar la bienvenida al amplio comedor de la planta baja. El salón ideal para comidas y cenas, decorado con amplias mesas alargadas y pequeñas mesitas más íntimas y románticas, espejos y blancos que invita a la evasión, al placer de sumergirse en un oasis mexicano en pleno corazón de Madrid.

En cuanto a la gastronomía, Tepic mantiene las creaciones más especiales de su carta tradicional como sus incomparables tacos al pastor —la estrella de la casa—, su delicioso aguachile de camarón servido en molcajete (un recipiente exclusivo de piedra volcánica que potencia los sabores mexicanos) o las tostas de tinga de pollo. Pero el chef incorpora nuevos platos inspirados en la nueva ubicación. Espectaculares los tacos de camarón al pastor, los de solomillo de ternera a la brasa o el ceviche de pargo a la mexicana macerado en lima. Un auténtico deleite mexicano para los paladares más exquisitos.

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