Barcelona es una ciudad mediterránea de perfil bello, un skyline que podrás disfrutar a vuelta completa desde el restaurante Torre d'Alta Mar, ubicado a 75 metros del suelo, sobre la planta de embarque del teleférico Port Vell.
La Exposición Universal de Barcelona de 1929 provocó la construcción de esta torre que se mantuvo abierta hasta la guerra civil; en el 58 reabrió sus puertas con un restaurante pensado para las celebraciones especiales; en el 96 se restauró el teleférico y desde 2002 el que fuera un restaurante de banquetes se ha convertido, de la mano de los hermanos Manresa, en una de las propuestas de restauración más bellas y apetecibles de la ciudad condal.
De día o de noche te engancharán las vistas, una panorámica de 360º de Barcelona y su costa que podrás disfrutar durante toda la comida, gracias al exterior acristalado del restaurante que deja además a la vista la estructura metálica del edificio, escondiendo la cocina en el centro; y para comer o cenar el baile de aromas y sabores acabará por seducirte del todo.
La carta es amplia y variada pero es este un restaurante muy de mar y de pescado; nuestra recomendación para lugares con cocinas tan apetecibles es siempre el menú degustación que, en Torre D'Alta Mar, ofrece tres versiones: una copiosa degustación gourmet a razón de 88€ el menú; una vesión un poco más discreta, el petit gourmet menú por 68€ y el menú de mediodía de 48€.
Si quieres sorprender o sorprenderte en Barcelona... Torre D'Alta Mar es tu restaurante, con aparcacoches en la puerta y ascensor hasta la misma sala.
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