Restaurantes

Creatividad al plato

Restaurante Riff, deliciosa cocina creativa de base mediterranea y ascendencia germana.

El restaurante Riff, en Valencia, es la muestra gastronómica de la creatividad llevada al plato y lo es porque su dueño y chef es, esencialmente, un tipo con ideas frente a los fogones.

Bernd H. Knöller comenzó a cocinar en un rincón del mundo bello y alemán, su lugar de origen, la Selva Negra; se trasladó después a Inglaterra por razones más lingüísticas que culinarias, quería aprender inglés para recorrer después las cocinas del mundo; volvió a Alemania y pasó a Suiza, siempre de la mano y en la cocina de reputados chef franceses; y llegó entonces el traslado a España que era y es, aunque nunca puede decirse aquello de 'de este agua no beberé', su destino definitivo, desde el stage con Pedro Subijana pasando por sus primeros restaurantes hasta llegar, en 2001, al Riff, su restaurante soñado, el que le reportaría en 2009 su primera estrella michelín.

No nos detenemos en la trayectoria de Knöller por curiosidad sino como base para entender la composición de sus platos: Knöller es un enamorado de la cocina mediterránea y de mercado basada en ingredientes de la más alta calidad, y a ese que es su buen principio suma tanto aprendido de su gastronomía alemana, francesa y española, aliñando todo ello con una buena dosis de creatividad; creatividad, además, en el más amplio y mejor de los sentidos porque no traspasa los límites de lo comprensible ni tampoco los del buen sabor y mejor gusto.

Entorno a los arroces y pescados giran los platos fuertes del Riff, pero hay más, porque un menú de 5 o 7 platos y uno más de mediodía piden una carta variada; he aquí una muestra de tal variedad: ostra del delta del Ebro salteada al curry, tartar de setas del bosque con anguila a la brasa, ensalada de primavera con algas, arroz con castañas y setas, cerdo ibérico con acelgas y ajo, ceviche valenciano, rape con canela, cilantro seco y chirivía o cordero asado con especias árabes... sin olvidar, claro está, los postres: pera al horno con helado de queso de cabra, chocolate con ciruela o fresitas del bosque con macadamias y naranjas.

La buena mesa ha de estar siempre bien regada y en el Riff la selección de los caldos corre de la cuenta de una sumiller de primer orden: Paquita Pozo, quien cuida de una bodega tan rica como la cocina a la que acompaña.

¿Nos vemos en el Riff?

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