Restaurantes

Comida castellana de día, catalana de noche

Así es el número 40 de la calle Ibiza en Madrid, cocina castellana a mediodía -Casa de Cocidos Carmen- y catalana por la noche -La Santpere- salvo los lunes, que cierran.

El número 40 de la calle Ibiza une Madrid y Barcelona -Castilla y Cataluña- por la boca; se trata de un local cálido, vintage, pequeño, evocador, coqueto, elegante... un lugar que acoge el clásico y delicioso cocido madrileño para comer -de este plato no diremos más de lo ya dicho aquí- y los platos más destacados de una gastronomía rica y mediterránea, creativa hasta la vanguardia sin olvidar nunca su raíz y reconocida internacionalmente, la cocina catalana, es La Santpere.

Al caer la tarde cambia el nombre y la cocina, los ingredientes, el estilo, la inspiración y los platos, el número 40 de la calle Ibiza se prepara para acoger a La Santpere, sí, Mary Santpere, la Reina del Paralelo e inolvidable cómica catalana, el nombre del restaurante -su nombre de noche- es el que es, La Santpere, en su honor y recuerdo.

La propuesta gastronómica de este restaurante es tradicional y hace que nos llevemos a la boca productos tan típicos de la cocina catalana como los calçots o la butifarra. En La Santpere el menú comienza con algunos bocados para picar entre los que no falta el pan con tomate de colgar, los llardons o el fuet; llega entonces el momento de algunos platos para compartir como la butifarra del perol, la esqueixada de bacalao o los calçots a la parrilla con su salsa; sin abusar, claro está, porque falta el plato fuerte... ¿qué tal arroz bomba en lata con gambas de Palamós? o tal vez prefieras las albóndigas guisadas ocon sepia de playa o canelones tradicionales con carne rustida.

Para el postre podrás elegir entre un surtido de quesos catalanes, carquinyolis con mistela o ratafía y la clásica crema catalana.

Como sucede con Casa de Cocidos Carmen -el mismo local a mediodía- en La Santpere conviene reservar porque la maestría de Carmen Carro y Santiago Pedraza resulta tan deliciosa para comer como un madrileño como para cenar como un barcelonés. Y se llenan.

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