Restaurantes

NUB, un viaje sensorial por Chile, Italia y Tenerife

Hay vida más allá del mojo picón y las papas arrugás en Canarias y NUB es una muestra de ello con una propuesta internacional.

Seguramente, el motivo principal de un viaje a las islas Canarias sea la búsqueda del sol y playa, tranquilidad y disfrutar de unos días de relax en un entorno agradable. Pero además, otro de los alicientes de los últimos tiempos es también su gastronomía. Hace tiempo que la oferta gastronómica de este archipiélago no solo se basa en las papas arrugás y el mojo picón.

Canarias se suma también a la ola de nueva gastronomía con restaurantes de categoría y aperturas interesantes que experimentan con los diferentes sabores del mundo. Este es el caso de NUB, un restaurante que acaba de abrir sus puertas en Tenerife y que propone un viaje sensorial a los orígenes gastronómicos de sus creadores.

NUB es un restaurante de dimensiones reducidas y capacidad para 16 comensales ya que solo dispone de 5 mesas. La oferta de Andrea Bernardi y Fernanda Fuentes supone un puente cultural entre Italia y Chile – países de procedencia, respectivamente- y la esencia de la tierra tinerfeña en la que se asientan. La suya es una propuesta internacional, fruto de sus múltiples viajes, que juega con los productos locales. Es el caso, por ejemplo, de su infusión de legumbres, bacalao, judión y papa trufa Canaria, que nos traslada en su esencia al pueblo mapuche del sur de Chile.

Para conseguir esta papa trufa Canaria, en NUB utilizan técnicas actuales con el método de deshidratación que se emplea con la papa negra del chuño andino. Así, exponen la papa a un proceso de congelación y desecado continuo, la sometían a un proceso de liofilización natural, aportándole un valor agregado a este tan preciado producto Canario. Una muestra perfecta de cómo se entrelazan los orígenes de Fernanda, con la cocina de Andrea y de la propia tierra canaria.

Otras incorporaciones en las que se precia su sello internacional es en los aperitivos como el rabanito con chocolate blanco y limón o los blinis de alcachofa con caballa y yogur; en principales como el canelón de cigala, acelga y royal o el canolo de morcilla de cochino negro, merengue, almendra y limón. La impronta de Fernanda se percibe sobretodo en los postres, donde sorprende un dim sum de cacao amargo, calabaza semi picante, hinojo y mijo.

Este viaje sensorial a varios países puede hacerse probando los diferentes menús que NUB ofrece: el más corto, de 6 platos, por 45€ o uno más extenso, con 9 por 60€, ambos con posibilidad de maridaje de una bodega que incluye 260 referencias.

La experiencia que se pretende ofrecer aquí no solo pasa por la cocina sino también por el edificio en que se encuentra. NUB descansa en una coqueta pastelería fundada en 1927 de una casa colonial de finales del siglo XIX, de la que mantienen intactos los suelos, ventanas e incluso algún mueble de la época. El toque actual a la decoración lo ponen los artistas de la zona en mobiliario vajilla para dar así una extensión de lo que se come a lo que se percibe visualmente.

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