Hay veces en la vida en las que te reservas para una ocasión especial. Vas a la peluquería, seleccionas ese vestido que guardas bajo funda desde la última vez que lo llevaste a la tintorería, dedicas toda una tarde al cuidado y mimo de tu piel para proyectar destellos de belleza y cautivar a quien pase por delante, te maquillas como si fueras a desfilar por la alfombra roja y te pulverizas con tres gotas de ese perfume que precisamente guardas para estas ocasiones. En Santceloni no se reservan para una ocasión sino que se preparan así para todas.
Este restaurante madrileño, que obtuvo su primera estrella Michelin 9 meses después de su apertura en 2001, está situado en el Paseo de la Castellana y es si no el mejor, de los mejores y favoritos de los paladares más exquisitos. Y es que cuando se tienen a tres pilares sosteniendo un mismo techo, que construyó en su día el tristemente fallecido Santi Santamaría, es imposible que se derrumbe. Así que vamos a poner nombre a estos pilares de Santceloni, con 2 estrellas Michelin en su haber.
En los fogones se encuentra Óscar Velasco, un chef segoviano que, durante su aprendizaje, ha sabido absorber lo mejor de los mejores maestros de cocina para conseguir quitarse la etiqueta de “chef del futuro” y asentarse como el “chef del presente”. Al frente de la bodega David Robledo selecciona día a día los mejores maridajes de vinos desde su inauguración. Pero quien dirige el cotarro de la sala es Abel Valverde, maître a quien todo aprendiz de querría llegar.
La carta del Santceloni es de lo más variada y une todas las cocinas de España con la técnica más depurada. Así, encontramos ravioli de ricota ahumada o unas patatas confitadas rellenas de pichón y rúcula para empezar; para seguir, una selección extensa de pescados como el rape con salsa de lemon grass, besugo con cebolletas ahumadas, lubina en lomos con rollitos de verdura y papada de cerdo, entro otros, o carnes como espalda de cabrito, carré de cochinillo o pato de sangre al horno. Si quieres probar un poco de todo te recomiendo el menú gastronómico o, si lo prefieres personalizado, el gran menú, diseñados ambos por Óscar Velasco.
Y como colofón final a tan exquisita experiencia, vienen los postres y la amplia y variada selección de quesos. Ya sabes, dónde tienes que ir para vestirte de largo en la mesa.
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