Dicen en este nuevo bar de vinos francés -Le Rouge à Lèvres-, parisino para más señas, que el vino es el rojo de labios del atardecer, una definición que, además de acertada, se nos antoja muy propia del glamour inherente a la esencia de la ciudad de París.
Este nuevo bar de vinos no tiene alma de tasca ni taberna sino de restaurante de alta cocina (sin serlo), su decoración es rica y asiática, está protagonizada a la par por el color rojo (rojo de labios, rojo de vinos y rojo de besos...) y la rica vegetación propia de lugares paradisíacos como Bali, sus asientos son cómodos, la música de fondo una delicia y los platos para compartir que a compañan los vinos están llenos de bocados gourmet inspirados no sólo en la gastronomía francesa sino también de otras tradiciones culinarias.
Le Rouge à Lèvres es un bar de vinos sofisticado y gourmet, muy propio de París y pensado para convertirse en un refugio en el que desconectar de las rutinas y los agobios diarios regando el atardecer con su particular rojo de labios y vinos; claro que aquí, además de ir a disfrutar de los vinos y las tapas o platos para compartir; además, como en Le Rouge à Lèvres están en todo en breve podrás también disfrutar de la terraza de verano brindando por el buen tiempo con vistas al cielo.
Acaba de abrir sus puertas (ha sido inaugurado este mismo mes de marzo) y ya pasa por ser uno de los bares de vinos más bellos de París, si visitas la capital de Francia próximamente no puedes negarte una copa del mejor vino francés en Le Rouge à Lèvres para descubrir como es el rojo de labios del atardecer francés.
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Para que no te despites... Le Rouge à Lèvres está en el número 6 de la rue Rougemont, a menos de 5 minutos caminando del Museo Grévin, el museo de cera de París.
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