Que el champagne es francés y que la expresión champagne francés es un pleonasmo es algo que sabemos todos. O, al menos, deberíamos. Igual que sabemos que en una ley no escrita esta bebida suele utilizarse solamente cuando se quiere celebrar una ocasión especial. Como la celebración de la vida en sí, la llegada de un año nuevo, de un hijo o de un trabajo o, en la mayoría de las ocasiones, en los aniversarios.
Se cumplen 15 años del nacimiento de Diurno, un espacio que, tras haberse dedicado a alquilar películas o servir cafés como actividad principal, se consagra ahora como uno de los imprescindibles en la ruta gastronómica por Chueca (o por donde pille al comensal) y lo celebra de una manera MUMMuy especial.
Diurno ha preparado un menú nocturno, valga la paradoja, donde disfrutar de “Las noches Mumm”. El chef, Luis Miguel Moreno, ha elaborado este menú pensado a conciencia para ser maridado por esta refrescante bebida espumosa. Se compone de tres entrantes muy apetecibles, dos platos principales que no sabrás por cual empezar y, como broche de oro, un postre que aportará un toque dulce, el justo, a todo lo anterior.
Para abrir boca, Diurno propone cremosas croquetas seguidas por gyoza cuyo sabor bien se asemeja a las empanadillas de los orientales más auténticos y, por último, su nuevo carpaccio de pulpo con dos salsas.
A continuación, ofrecen varias opciones: un tataki de atún sobre cama de arroz con paraguas de pepino, un tierno secreto ibérico con patatas o un linguini negro con gambón rojo y tagliatelle de calabacín.
Como colofón final, unas trufas de chocolate negro con explosión de champagne acompañadas por láminas de fresas.
Si después de este suculento y apetecible menú tienes hueco para más, recomiendo el daiquiri de fresa. Su carta de cócteles es amplia y la iluminación tenue y acogedora de este innovador local invita a quedarse y seguir disfrutando de la noche Mumm. Asequible por 40€ / persona.
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