Restaurantes

La Grande Dame de Veuve Clicquot y Fina Puigdevall maridan en Grandvalira

La Grand Dame de 2008 de Veuve Clicquot fue la protagonista de un maridaje de escándalo en la estación de esquí Grandvalira.

Vivimos tiempos de nieve y esquí pero no por ello renunciamos a la alta cocina ni a ese toque de glamour que nos gusta disfrutar a la mesa cuando viajamos por eso esta iniciativa de Grandvalira, una de las estaciones de esquí mejor valoradas por los esquiadores españoles, nos parece magnífica y se nos hace la boca agua solo de leerla... ¿no nos crees? lee, lee...

La propuesta de Grandvalira es un maridaje a 2100 metros de altura entre la cocina de uno de los mejores chefs del mundo, Fina Puigdevall, que ha sido además Premio Nacional de Gastronomía el pasado año, y uno de los mejores champagne del mundo, Veuve Clicquot... aunque no cualquier Veuve Clicquot, su Grande Dame.

Alta gastronomía regada por la más alta espirituosidad en tu copa y a la nada desdeñable altura de 2100 metros ¿te seduce? te lo advertimos... y eso a pesar de que no te hemos contado todavía cuáles son los platos que ha propuesto Fina Puigdevall para este maridaje, lo hacemos a continuación.

Los asistentes a este evento gastronómico sin par pudieron degustar platos icónicos de Fina Puigdevall en su restaurante (Les Cols) como 'Caviar de la Garrotxa' (judías de Santa Pau D.O.P.) o 'Como signo de hospitalidad' (caldo volcánico hervido en su propia piedra); hubo más porque quienes hicieron la reserva con antelación, pudieron disfrutar del menú degustación completo de Les Cols maridado con Veuve Clicquot.

El Veuve Clicquot elegido para regar esta magnífica experiencia gastronómica fue el Grande Dame de 2008 porque se trata de una exclusiva combinación de nada menos que 6 de los 8 históricos Grands Crus de Veuve Clicquot; es 92% Pinot Noir y 8% Chardonnay.

Si quieres vivir experiencias gastronómicas tan atractivas y apetecibles como ésta no deber perder de vista el Snow Club Gourmet de Grandvalira cuando visites esta estación de esquí y, por supuesto, no dejes de tener en casa un Veuve Clicquot a enfriar, nunca se sabe cuándo puede surgir una ocasión para celebrar... o maridar.

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