Restaurantes

La cocina de la mejor chef del mundo

La chef Hélène Darroze lidera dos restaurantes distintos y homónimos. El primero lo abrió en París y el segundo se encuentra ubicado en Londres.

Hélène Darroze se ha convertido recientemente en la mejor chef femenina del mundo y no le ha debido resultar nada fácil ya que está al frente de dos restaurantes distintos y homónimos: el primero que abrió se encuentra ubicado en París (y tiene una estrella Michelin) y el segundo está en el hotel Connaught en Londres (y cuenta con dos estrellas de la afamada guía).

Darroze pertenece a la cuarta generación de una familia de chefs y dio sus primeros pasos en el mundo de la cocina cuando se unió al equipo de Alain Ducasse, en el prestigioso restaurante Louis XV de Mónaco, tras haber obtenido su título de la Escuela Superior de Comercio de Burdeos. Hélène estuvo a las órdenes de Alain Ducasse durante tres años y más tarde regresó al restaurante familiar Darroze, en Villeneuve-de-Marsan, en la región de Landes. Al frente del restaurante de su padre pasó cuatro años refinando su estilo culinario y perfeccionando sus habilidades.

Pero cuando cumplió los 32 años decidió cerrar el restaurante familiar y trasladarse a París, donde abrió un restaurante homónimo en la Rive Gauche (la margen izquierda del Sena). En este área es donde se ubican los distritos VI y V, antiguos barrios bohemios, artísticos e intelectuales de la primera mitad del siglo XX, en oposición a los barrios burgueses más clásicos y conservadores de los distritos XVI y XVII, situados en la margen derecha.

Existe en los restaurantes de Darroze, tanto en el de París como en el de Londres, un hilo conductor común: en ambos está presente una impecable pericia gastronómica pero también impera al mismo tiempo el uso de ingredientes de temporada, los cuales son los protagonistas de sus recetas francesas contemporáneas. Así, uno de los platos característicos de Darroze es el risotto de tinta de calamar, con calamares y chorizos salteados, tomates confitados y espuma de parmesano, el ejemplo perfecto de su composición culinaria, compleja y modesta a la vez, pero también impecablemente equilibrada.

Hablar de Hélène Darroze es hablar de talento y sensatez. Quienes han trabajado con ella destacan su personalidad agradable y ecuánime, cualidades que hicieron que Darroze se convirtiera en fuente de inspiración para el personaje de la chef Colette en la película de animación de Pixar, Ratatouille.

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