Restaurantes

La Calima buena

Está al sur, junto al mar, y sabe dulce y salada, a calidez y a frescura, a cocina tradicional y creativa...

La Calima buena está al sur, junto al mar, y sabe dulce y salada, a calidez y a frescura, a cocina tradicional y creativa, a talento e ideas, a contrastes... sabe a gloria.

'Sobre una base de tradición, verter sabores contrapuestos y singulares, agregar una cucharada de matices intensos, una pizca de talento y una ramita de innovación. Añadir a la mezcla texturas desconcertantes y espolvorear con ilusión.'

Así definen en Calima su cocina, sus soprendentes y deliciosas ideas al plato que deslumbran a la boca en un juego de texturas y sabores digno de un chef de estrella Michelín.

El artífice de esta magia entre fogones es Dani García, quien con tan solo 17 años ya tenía claro que su talento era esencialmente culinario; a día de hoy, rondando los 40, su trayectoria e interminable lista de premios y menciones le avalan; claro que el mejor aval es siempre el plato, el menú de cada día y de cada temporada, ese que se saborea en el Restaurante Calima y que resulta, a todas luces, redondo porque supone una experiencia completa que empieza por sorprender a la vista para deleitar a continuación en sus aromas y sabores.

Podrás acomodarte en su sala acogedora, elegante y cálida u optar por la terraza tanto de día como de noche, frente al mediterráneo que deja Europa a un lado, al otro África... Y así, en un momento de disfrute y deleite absoluto, darte el gusto en todo sentido y a toda emoción.

Para ello Dani García ha dado plato a nuevas creaciones que le reportarán, no nos cabe la menor duda, todavía más reconocimiento gastronómico en todo el mundo del que ya atesora.

Se trata de postres como el yogur de hierbaluisa, melocotón blanco y cacao helado en polvo o las ya conocidas cerezas con nata, que culminarán un menú en el que la magia toma mesa y mantel en forma de vieira cítrica, jugo de naranja ahumado, higos y flor de saúco o de leche de tigre en espuma con ajoblanco malagueño y carabinero cortado estilo tartar; claro que si el final son los postres, el principio es siempre el aperitivo que bien pudiera ser cáscara de almendra helada o patata souflé al limón y salsa Foyot para mojar.

Y así, con el gusto, la emoción y el cuerpo satisfechos sal de la Calima buena a la vida...

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