Mucha Kalma, eso es lo que necesitamos para afrontar el mes de septiembre y todo lo que ese mes significa (el triste fin del verano y el camino sin retorno hacia el otoño y el invierno) y por eso, porque necesitamos mucha Kalma, reservamos mesa en el restarurante Kalma de Madrid Marriott Auditorium. Y es que en el restaurante Kalma la vida sabe mejor incluso en septiembre, la suya es una propuesta muy mediterránea y de alta calidad que te conquistará por la boca en todos y cada uno de sus platos.
Para abrir precisamente eso, boca, nada como un tartar de salmón con yema de huevo templada crujiente o unas clásicas croquetas de bacalao con un toque especial, el que les da su rebozado en panko y su presentación sobre compota de manzana; los chipirones a la plancha con mahonesa ligera de lima son una delicia y el carro de queso... no apto para ratones.
Superados con nota los entrantes, pasamos al primer plato y nos debatimos entre las ensaladas, las cremas y los arroces pero... ¿quién puede resistirse a un arroz negro con ali oli de perejil? claro que el salmorejo cordobés con uvas y mango no se queda atrás.
¿Carne o pescado? aquí cada cual tendrá sus debilidades pero en Kalma las complacen todas: si lo tuyo es el mar, podrás elegir entre sabrosas propuestas como el bacalao al ajo arriero con patatitas dado o la lubina gratinada con emulsión de ajo negro sobre gazpachuelo malagueño mientras que si te tira la tierra el carré de cordero con puré de patatas, ajetes y tirabeques será tu mejor aliado; si no logras decidirte entre tierra y mar siempre puedes pedir un combinado: canelón de pato y langostinos con cigala a la plancha sobre crema de marisco.
¿Y el postre? la tarta de queso, que en Kalma se sirve con galleta y amarena, es un clásico que nunca falla pero ¿y si te animas a probar una sopa de fresas y lima con fresas maceradas? cabe que te sorprenda... (para bien).
Madrid ha sido siempre una ciudad muy rica pero ahora que ha ganado un poco de Kalma lo es todavía más.
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