Restaurantes

Heineken y La Sucursal recuperan el emblemático edificio 'Veles e Vents' en Valencia

Ubicado frente al mar en la Marina Real de Valencia, 'Veles e Vents' abre por primera vez sus puertas a la ciudad.

Minimalista y elegante, el imponente edificio diseñado por los arquitectos David Chipperfield y Fermín Vázquez, se levantó en 2006 con motivo de la XXXII Edición de la Copa América de Vela. Sin embargo, y pese a la envergadura de la construcción —11000 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas flotantes—, tras las regatas y el trasiego deportivo, la zona del puerto cayó en el olvido. Tal vez por el carácter efímero del evento inicial, tal vez por la ausencia de iniciativas posteriores. Lo cierto es que Veles e Vents, aun conservando su título emblemático, no terminaba de encajar en la vida cultural de valencianos y visitantes. Hoy, como en el viejo poema de Ausiàs March del que toma su nombre, el buque insignia de la capital se enfrenta de nuevo al viento y al mar comandado por dos aguerridos capitanes: el grupo La Sucursal y Heineken España; y una clara vocación, convertirse en un referente cultural, el nuevo icono de una Valencia moderna, abierta y cosmopolita.

Gastronomía, cultura y formación son los pilares sobre los que se asienta este ambicioso proyecto cuyos artífices, lejos de dejarse impresionar por la ingravidez que experimentamos todos al pisar el aire de Veles e Vents, navegan en tierra firme, conscientes del reto que supone recuperar y transformar este bellísimo espacio de plataformas abiertas y acristaladas en un lugar para la creatividad y la vanguardia; en el nuevo polo de atracción turística no sólo para la ciudad de Valencia, sino para toda la región.

Hablar de La Sucursal es hablar de alta cocina. Pero también de tesón, de esfuerzo, de creatividad. Incluso de amor. El concepto más preciso para describir su pasión por la cultura gastronómica, por cada ingrediente, por cada trocito de cebolla, por cada grano de arroz. Ellos mismos lo afirman, los hermanos De Andrés, los hijos de Loles Salvador (matriarca y fundadora de la tradición familiar) que otorgan a Veles e Vents su larga y reconocida experiencia culinaria en tres espacios diferentes y diferenciados, igualmente exclusivos. La Marítima representa la tradición, la cultura del arroz y el producto de la tierra (y el mar) mediterránea. Situado en la planta baja, esta arrocería-brasería basa su carta en el arroz, el pescado fresco de lonja y la huerta valenciana cocinados “a la antigua”, pero con ese punto innovador que distingue su exquisita cocina. El lado canalla del espacio es para Malabar. Una cervecería de nivel ubicada en la primera planta, que no sólo rinde homenaje a la cerveza, con una amplia selección de marcas y variedades del portfolio de HEINEKEN España. Con aspiración a convertirse en el nuevo punto de encuentro de la nueva Marina Real, propone un menú fresco y divertido en el que la tendencia del finger food casual se adueña de la carta y se adapta a los distintos horarios. Desayunos, aperitivos y afterworks cerveceros incorporan tapas de autor, menús express y el tradicional esmozaret valenciano. La nota de exclusividad en su más amplio concepto viene de la mano de Jorge De Andrés que traslada su mítica La Sucursal al punto más alto —físico y gastronómico— del edificio. Vanguardia, creatividad y cocina (vista) de autor se concentran en la última planta con una oferta culinaria de lujo a la que sólo se podrá acceder bajo reserva confirmada.

La cultura en forma de exposiciones, fotografía, pintura, escultura, intervenciones contemporáneas, conciertos, teatro, danza, además de un club de jazz y eventos musicales en directo y junto al mar, es patrimonio exclusivo de HEINEKEN España. Marca profundamente comprometida con la promoción y difusión tanto del artista novel como del consagrado cuyo espacio en Veles e Vents, AMSTEL ART, se abre con la magnífica puesta en escena (casi una premonición) de las Figuras para la batalla de Miquel Navarro, una revisión contemporánea de los soldados de terracota de Xi’an; y una muestra, El Clot, del joven fotógrafo Jorge López Muñoz que narra la historia del edificio del mismo nombre en El Cabanyal, un antiguo barrio de pescadores de Valencia.

La formación gastronómica tiene también su lugar. Toda una segunda planta consagrada a la Escuela de Hostelería Fundación Cruzcampo de Valencia cierra el círculo Veles e Vents con un espacio dedicado exclusivamente al  talento y la profesionalización de un sector español altamente reconocido en el ámbito internacional.

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