Restaurantes

Gaman, el rincón de Madrid donde Japón y Perú se sientan juntos a la mesa

Gaman es el restaurante japonés y nikkei con el que Luis Arévalo delita Madrid...

El nombre de Luis Arévalo resuena en los mentideros gastronómicos madrileños como garantía de todo lo bueno que puedas imaginar en una cocina en la que el Perú del que llega Arévalo y el Japón que adora confluyen y no lo hacen de cualquier manera, la suya no es ni de lejos una propuesta nikkei más o un moderno restaurante de cocina fusión como hay tantos, lo suyo es el producto de calidad, la preparación natural y un toque de sabor único y excepcional que sólo alguien que domina la cocina nikkei como él puede llegar a hacer. Por eso comer en Gaman, el pequeño restaurante que abrió en el último trimestre del pasado año, es una gran idea.

Gaman en japonés significa perseverancia y eso no es más que el equilibrio perfecto entre la paciencia y el esfuerzo, es un no rendirse jamás ni tratar de correr demasiado, perseverar es insistir siempre, de manera sostenida y continuada en el tiempo, sin altibajos, sin giros de volante inexplicables, es ponerte un objetivo por destino y caminar hacia él sin pausa y sin prisa; eso es lo que hace Luis Arévalo tanto a nivel empresarial a afrontar la apertura de Gaman como en cocina, preparando él mismo en la barra del Gaman los nigiris más deliciosos de Madrid.

Puedes comer en la barra (cuenta sólo con 8 plazas) o en la sala (el comedor sa cabida a no más de 32 personas), claro que eso es lo de menos, lo demás son las delicias que te llevarás a la boca: Gyozas de langostinos con curry japonés o de pollo picantón con salsa de ají amarillo y de oliva negra y dumpling trufado de setas con verduras para empezar; ¿qué eres muy de tartar? pídelos de atún o de corvina; no te pierdas los nigiris y degústalos a placer como los makis, temakis y por supuesto sashimi; ¿postre? endúlzate la boca con un helado de lucuma con gelatina de maracuyá y garrapiñado de avellana.

¿Sientes que se te hace la boca agua? Luis Arévalo te espera en Gaman, en el número 8 de la plaza de San Amaro.

 

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