Hablamos poco, menos de lo que merece, de la riqueza cultural de la que gozamos en España, una riqueza basada esencialmente en la diversidad: diversidad gastronómica, folclórica, climatológica e incluso lingüística; además, toda esa diversidad confluye de forma recurrente, lo hace ahora más que nunca por una razón sencilla: viajamos más que nunca y llevamos con nosotros, dondequiera que vayamos, lo que somos; así es como nacen y se explican proyectos como el restaurante La más rica, un lugar en el que Madrid y Galicia confluyen de manera casi mágica... y deliciosa.
El local no es muy grande, de ahí que su diseño e interiorismo fuera, si cabe, más importante; de él se ha ocupado el estudio de arquitectura ARQUID y en él encontramos la esencia misma de Madrid, un estilo moderno, urbanita e industrial a la par que acogedor en el que se sirve a la hora de comer (o cenar) la cultura marítima de Galicia.
Seguro que imaginas cómo se llegó a esta confluencia mágica y seguro que no te equivocas: gallegos en Madrid hay muchos y entre ellos están los dueños de este nuevo restaurante de la capital, ubicado en el barrio castizo por excelencia, el de Chamberí.
El local de La más rica fue una tintorería, un restaurante chino, una tienda de ultramarinos y un bazar antes de ser uno de los restaurantes más modernos a la par que elegantes de Madrid, con doble altura (lo que le permite presentarse como un faro no sólo en lo gastronómico sino también en su diseño) y abierto a una terraza (cubierta en invierno), luminoso a rabiar y con una magnífica barra de granito.
¿Y en cuanto a las cosas de comer? La cerveza es de Estrella Galicia y en su carta encontrarás platos tan deliciosos como el pulpo a la gallega con cachelos, el pastel de mejillones con alioli de wasabi y sus tostaditas, las croquetas de jamón o puerro y, por supuesto, la tortilla de patata.
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