Fue en los 60 y al calor de una zona que florecía a la humedad del riego por goteo, entre otras innovaciones relacionadas con el mundo de la agricultura, cuando La Costa abrió su cocina y puso la mesa para dar plato a la rica gastronomía del Mediterráneo del sur.
José Álvarez -chef y artífice de este restaurante- tomó lo mejor de la tierra de El Ejido, sus verduras, y del mar Mediterráneo, sus pescados y mariscos, y supo llevarlo al plato de un modo sutilmente distinto y nuevo, haciendo propia la misma innovación que hacía crecer El Ejido para hacer crecer su restaurante hasta llevarlo, en 2006, a alcanzar el reconocimiento de las estrellas michelín.
La Costa dispone de dos espacios diferenciados, el gastrobar para las tapas y raciones, para las comidas informales y relajadas, para cada día; y el restaurante propiamente dicho, con su sala central y bodega vista además de varios comedores privados por aquello de la intimidad personal o de negocios.
De la cocina escapan los aroma seductores que rinden el paladar aun antes del primer bocado, platos como las milhojas de calabacín de El Ejido con foie, boletus y mi-cui, o el carpaccio de gamba roja del litoral almeriense con aceite virgen extra y pulpa de aceituna te sorprenderán y sabrán a gloria, sensación ésta de la que no te desprenderás ni tan siquiera en los postres... mousse de turrón con sobrecrema de arroz con leche, crujiente de canela, o delici de chocolate negro con crema de aguardiente y guindas.
Y aunque estemos a las puertas del otoño, todavía es tiempo de Mediterráneo porque siempre es tiempo de mar... y más si sabe a La Costa.
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