El sol de mayo luce una evocadora calidez que te traslada al verano y sus sabores, a las terrazas, la vida y el mar.
Y en esa evocación te imaginas así, sentado al aire, viendo el mar y degustando el mundo; un mundo delicioso y rico en matices que comenzó a cocinarse en los campos de Gmund y se hizo a fuego lento en Munich, Nueva York y Paris; uno que se flambeó en cocinas con estrellas michelín y que luce hoy esplendoroso en las mesas del Es Fum, un restaurante mallorquín al mando de cuyos fogones está Thomas Kahl, chef que ostenta ya, todavía en la treintena, su propia estrella; él es quien atesora todo ese saber culinario, el de su Austria natal y el de su condimentada experiencia en las cocinas del mundo.
La carta de este sabroso restaurante con vistas al mar, cuenta con menú vegetariano y también infantil para satisfacer todos los gustos y tendencias gastronómicas, y está además pensada para seducirte con sus menús de seis y ocho platos y para sorprenderte con el de diez, porque no sabrás en qué consiste cada uno de ellos hasta que te sientes a la mesa.
Si el queso brie trufado con uvas, peras y curcuma te sabe a manjar de dioses, el bogavante con chorizo, hinojo y algas a delicia de Neptuno y la piña con espuma de chocolate a capricho irrenunciable, es porque tu paladar ya se ha rendido a las pociones en forma de recetas de Thomas Kahl.
No te quedará entonces más remedio, ya sea Mallorca tu ciudad o tu destino este verano, que concederte un capricho y reservar mesa y menú en Es Fum.
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