De tradiciones y costumbres va la excusa. De sabores y sorpresas, el motivo. Y así, día a día, hasta el 20 de febrero, el restaurante Hkk de Londres celebra el Año nuevo Chino con un menú especial, plagado de simbolismos para comer.
Este templo de sabor oriental con Estrella Michelin festeja la llegada del año de mono rojo de fuego con un desfile de 8 platos diseñados a partir de la tradición culinaria china y las sorpresivas sensaciones en boca, que se complementan con el sentido conceptual que tiene cada una de las recetas. Todo está relacionado con todo. Todo tiene que ver con algo.
Y así comienza la celebración con el Prosperety Platter. Un cubo de panceta tierna y jugosa en su punto justo crujiente y dorada en el exterior. Marinada con especias y luego asada. Recuerda a los fuegos artificiales retumbando en las celebraciones para ahuyentar los malos espíritus. El plato se completa con semillas de mostaza y una espuma de la baya de goji. Pero la prosperidad llega encerrada en el hao shi fa cai este envoltorio hecho en hoja de repollo con otras estofadas y setas Fat Choi.
Simbología hecha delicia en el segundo plato del menú. La sopa Tai Ji supreme, que se presenta como el yin yang, viualmente balanceando las diferentes densidades y colores de los ingredientes. Dos colores, dos sabores opuestos y complementarios. La carne de cangrejo y las pequeñas naranjas chinas. que luego se combinan con los espárragos y las falsas aletas de tiburón para tener la experiencia completa.
Dicen que saborear esta Triología de Dumplins después de las 12 de la noche durante la cena de Nochevieja representa la suerte que se tendrá en el próximo año. Es posible, tienen la forma de pequeños lingotes dorados, pero en su interior juegan con pollo y setas; con foie grass y vieiras; y corvina con caviar imperial. El pincel que ves al lado de estas delicias, es para que tu vena artística las pinte con salsa de soja.
El Pato Pequinés es un clásico chino, sí. Aunque aquí, el chef Tong Chee Hwee tiene su particular forma de rostizarlo con madera de cerezo (cierra los ojos e imagina el sabor ahumado que puede darle esta madera). Luego de 48 horas de preparación estará listo para que el chef y su ayudante lo corten delante tuyo y lo sirvan.
Los noodles con langosta y la salsa especial XO representan el poder del emperador. Dicen que quienes lo disfrutan obtienen fortaleza interior y buena fortuna. Años de tradición culinaria en la preparación de la pasta que se traducen en sabiduría en boca.
Es el momento del cordero Sichuan mala mientras se tiene la sensación de que la absoluta precisión existe. Cada bocado está diseñado para estar exactamente allí, en ese orden.
Los dulces van avanzando y llega el primero: dumplings de mandarina y vainilla, infusionados en un té de osmanto y naranja. Un claro guiño al tradicional postre chino tangyuan dumplings que viene de las tierras del sur.
El gran finale desafía lo que sabías de una manzana verde. Un parfait de Granny Smith con cardamomo, noodles crujientes de la fruta, texturas y combinaciones nuevas y siempre manzana.
El año de las excentricidades, de las sorpresas, de los giros inesperados... El año de este travieso mono rojo de fuego no puede empezar mejor que en el Hkk de Londres.
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