Restaurantes

Sabor de amor

Si buscas el lugar en el que el amor y el sabor confluyen en tus cinco sentidos... probablemente buscas el Mirador de Ulía.

Hay lugares que son un regalo para los sentidos, rincones de los que te enamoras a primera vista y al primer sonido para a continuación sentirlos en sus aromas, sus sabores y sus texturas; sensaciones que se convierten desde entonces en pura evocación y recuerdo y en el deseo de sentir de nuevo todo y tanto, en la irrenunciable intención de volver.

San Sebastián, norte vivo, es uno de esos lugares y el Mirador de Ulía el rincón justo para sentirlo así, para enamorarte y disfrutar de una incomparable vista del atlántico llegando a tierra y tocando ciudad, sonando bravo como sólo puede sonar un océano, acompañando el momento de un vino y de un plato anticipado por sus soberbios aromas. Y es que al mando y creatividad de los fogones del Mirador de Ulía está Rubén Trincado, un chef de estrella Michelín.

Rubén nació en una tierra de rica tradición gastronómica y creció al calor de su cocina, hoy es la tercera generación al frente del Mirador de Ulía pero, para llegar ahí con la solvencia que le reconoce su estrella Michelín, antes recorrió mundo y cocinas desde su País Vasco a la vecina Francia. Hoy sus platos son inconfundibles, presentan ese punto de presencia, color, sabor y amor a los que imprime su sello y saber personal que no es otro que un mágico equilibrio entre la riqueza natural y gastronómica de su tierra vasca y la creatividad en técnicas y tendencias a las que se rinde siendo como es un cocinero de vanguardia.

En una primera visita, y aun con el incuestionable consejo de Malen Ugalde y Manu Garrido, la carta del Mirador será una locura de intenciones para tu gusto y por eso quizá le mejor opción sea dedicarte a degustar un menú pensado para deleitar tus sentidos mientras descubres cuales resultan a tu boca los sabores más irrestibles. Se trata de un menú gracias al que descubrirás un nuevo modo de comer atún, huevo, foie, bogavante, almejas, erizos, pato, puerros, zanahoria o espárragos; y como broche de oro, chocolate en texturas y aireado como no lo habías probado nunca antes, acompañado de helado de frambuesa y una tarta de queso nunca vista.

Si buscas el lugar en el que el amor y el sabor confluyen en tus cinco sentidos... probablemente buscas el Mirador de Ulía.

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