Lo hacen y con creces. Cada día y en cada servicio. Porque aunque la próxima sea la enésima visita a este restaurante de Chamberí, vuelve a ser una sorpresa la cremosidad y sabor delicioso de esas croquetas de jamón que uno no puede dejar de pedir. ¡Qué decir de la ensaladilla rusa!
Sí, en La Gabinoteca hay cosas que no cambian. No lo hacen determinados platos de la carta absolutamente metidos en el imaginario culinario de su clientela: la carrillera de ternera, el foie servido como si fuera crema catalana o el ‘potito’, es decir, huevo, trufa y patata. Tampoco cambia la sonrisa de Hussi Istambuli al recibir a los comensales y explicarles que su mesa estará lista en unos minutos. La de él y la del resto del equipo. Se nota que primero fueron curtidos en el mundo de las relaciones públicas; en su restaurante, lo hacen como en ningún sitio.
Sí cambian nuevas recetas que Nino Redruello, el chef, no se resiste a compartir. Las novedades no son radicales, se introducen paulatinamente y calan en el paladar. Cómo no hacerlo especialidades tales al Dimsum de arroz a la cubana, las alitas de pollo infiltradas o el fisotto de setas de temporada -no, la cosa no va de arroz y sí de fideos-. Tan sólo por citar algunas para abrir boca.
Sin estridencias pero con humor, en La Gabinoteca se percibe cierto toque canalla. Buscan romper ese tono gris que parece inundar el día a día. No es tan difícil: con la tarta de galletas y chocolate, la típica, la de los cumples de la infancia, se escapa una sonrisa (¡que no es poco!). Y si el postre elegido es ‘El bosque animado’, el camarero preguntará: ¿Tienes ganas de divertirte? No diremos más. Huele, sabe y hasta suena.
Es precisamente ese carácter canalla, inesperado e insólito es el que domina la última apuesta de Redruello: No Catering. ¿Quién se atreve con eventos inusuales? Ésta es otra historia. Pronto en Loff.it
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