Restaurantes

De buen rollo, Debonair

Ya no hay que esperar a que haga bueno para pasar un domingo en La Latina. En Debonair, cada domingo es la ocasión perfecta.

Como el barrio en cuyo epicentro se encuentra, este nuevo gastrobar proyecta buenas vibraciones desde cada uno de sus rincones. Exteriores de ensueño, interiores que rebosan buen gusto y una cocina que lo hace aún en mayor medida, si cabe, y que se presenta en sintonía con el refrescante sonido de la coctelera. ¿Buscas un domingo diferente en La Latina? Lo hemos encontrado por ti.

Si hay algo más típico en Madrid que el bocadillo de calamares es, sin ninguna duda, acabar la semana en el núcleo castizo por excelencia. Y allí, entre bares, pinchos y tapas al tuntún se encuentra por fin una propuesta que ofrece diversión y calidad a partes iguales.

Debonair juega con ventaja en la zona porque guarda muchos ases en la manga. Su primera carta de presentación es su ubicación, frente a la Real Basílica de San Francisco el Grande. Lógicamente, con semejantes vistas, su terraza para días soleados ya entra de lleno a encabezar la lista de las más buscadas de La Latina.

Pero crucemos sus puertas, porque este bar y restaurante bonachón no se queda en la fachada, por muy decimonónica y modernista que sea. En el interior, la alta coctelería con sabores naturales y combinados tan clásicos como contemporáneos se agita y mezcla con excelentes tapas y raciones, bien pensadas para compartir en medios formatos, firmadas por la muy buena mano del chef Alberto Gimeno.

¿Con qué podemos quedarnos? La elección no es fácil porque la carta no es demasiado extensa pero está escogida de manera formidable. Desde luego no hay que dejar de probar sus originales bravas, porque son doce originales bombas de sabor, ni sus sardinas marinadas que brillan sobre el plato, ni su tierno rabo de toro con frutos secos y espuma de patata para coger pan y no soltarlo. Lo bueno de Debonair es que, tanto en barra como en mesa, se disfruta comentándolo, yendo de un plato a otro, probando sus recetas de taberna actualizada y, sobre todo, volviendo una vez y otra vez más.

Ya no hay que esperar a que salga el sol para darse una vuelta por La Latina. Debonair convierte cada domingo en una ocasión perfecta para visitarla.

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