El Corral de la Morería, el tablao flamenco más famoso del mundo, uno de esos mil sitios que uno no debe perderse en vida, se aleja de tópicos y presenta una espectacular propuesta culinaria para despertar los cinco sentidos a ritmo de bulerías.
El chef José Luis Estevan ha sido el responsable de una carta "actualizada y rupturista, sin perder la tradición" que ha tardado dos años en elaborar. Veinticuatro meses en los que no solo ha creado un nuevo concepto, también ha renovado salas y maquinaria, ha aumentado el personal y le ha formado en las técnicas más vanguardistas en el marco de uno de los negocios con más solera de Madrid.
Es sorprendente el cocido madrileño desestructurado, la yema de huevo de corral a 63º sobre ropa vieja o el cordero pré-salé con puré de calabaza. Opciones todas englobadas en varios menús gastronómicos maridados con la impresionante selección de vinos llevada a cabo por Natalio del Álamo.
Y después, más espectáculo. Un mosaico flamenco de primeras figuras del cante, baile y guitarra bajo la batuta de la Premio Nacional de Flamenco Blanca del Rey. El Corral sienta precedentes, comienza una nueva etapa y actualiza un legado cultural que nunca debió dejarse de lado. Arte sobre las tablas y también sobre las mesas.
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