Para que una tarde de compras sea redonda tienen que ocurrir muchas cosas. En primer lugar, que encontremos aquello que estamos buscando, es decir, que localicemos una prenda o complemento que nos sorprenda y cautive; y, en segundo lugar –aunque esto ya resulta un poco más difícil si nos dejamos llevar- que nuestro bolsillo no se resienta mucho más de lo necesario.
Escaparates, probadores, perchas, maniquíes, dependientas que te aconsejan y amigas que actúan de asesoras de moda. Las compras son todo un mundo pero no dejan de ser agotadoras. Por eso, tras una tarde de compras intensa, única y frenética, lo que más apetece es sentarse a tomar algo en buena compañía, comentar las nuevas adquisiciones y disfrutar de un entorno sofisticado y agradable.
Si estás en Milán, no puedes perderte el Bar Martini, un lugar íntimo perfecto para tener una experiencia relajante. Es el resultado de un proyecto en común de Dolce & Gabbana y Martini, embajadores del made in Italy y la elegancia típica de este país. Se encuentra en pleno corazón de la ciudad, en el número 15 de Corso Venezia, justo al lado de la boutique de Dolce & Gabbana hombre, y es el espacio idóneo para almorzar, tomar un aperitivo o bien disfrutar de una cena inspirada en la cocina típica siciliana.
El Bar Martini es glamuroso y recibe a todos sus clientes con un negro intenso que tan solo se ve roto por un dragón de color rojo. Tiene un patio en el que también se pueden degustar sus combinados mientras se disfruta de un ambiente selecto y glamuroso. Aquellos que quieran cenar o comer algo podrán hacerlo también en el Martini Bistrot, que recuerda a los restaurantes típicos de los años 50 debido a sus paredes decoradas con paneles en color burdeos. Una combinación exacta entre el ADN de Dolce & Gabbana y la pasión por la cocina. ¿Se te ocurre un plan mejor para rematar una tarde de compras?
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