Me encanta degustar diversos postres cada vez que ceno fuera de casa, y hace unos días en el Restaurante Conlaya viví una velada que me hizo disfrutar de principio a fin.
Después de regalarme un banquete de postín, esperaba expectante las torrijas de sobao pasiego con su helado incluido que había pedido. Enseguida llegó a la mesa erguida y perfumada; la miré con detenimiento apreciando el aroma del azúcar mascabado recién tostado, y en mi siguiente aspiración penetró por mi nariz la fragancia de la canela, la vainilla y los cítricos del limón y la naranja.
Aparentemente no había sido frita, ni horneada, por lo tanto tomé mi cuchara entre las manos, atravesé con ella la torrija, cogí un poco de helado, me lo llevé a la boca, cerré mis ojos, Y.... ooooohhh!, de repente todos mis sentidos se volcaron en su sabor.
Su interior estaba húmedo y perfecto y todos los sabores de sus ingredientes, junto con esa indescriptible textura de las mejores torrijas, iban apareciendo poco a poco regalándome un momento de los que no se olvidan fácilmente.
Así que, sin pensármelo dos veces me presenté al personal que atendía mi mesa y le pedí si podía hablar con su chef Jesús Laya. ¡Necesitaba llevarme esta receta!. Y aquí las tenéis. Tomad buena nota e inaugurar vuestra Semana Santa con estas deseables y diferentes torrijas de sobao pasiego descubiertas en el Restaurante Conlaya.
¡Os van a sorprender!
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