Color. En torno a él gira la última noche del año en uno de los hoteles más emblemáticos de Madrid. El Westin Palace, bajo su majestuosa cúpula, despide el 2014 con un cromático menú diseñado en exclusiva por Toño Pérez. Las dos Estrellas Michelín de su cacereño Atrio se trasladan por un día a la capital para brindar por un 2015 lleno de éxitos... y sabores.
El desfile de creaciones comenzará con un tartar de zamburiña con su perla blanca como el nácar y el contrapunto vendrá a continuación con una composición en negro: foie y trufa de invierno. El rojo pasión lo aportará el Bloody Mary con berberechos y, después, un carabinero en jugo de crustáceos. Amarillas como un crisantemo serán las vieiras asadas en jugo de naranja y emulsión de curry, y el verde protagonizará el solomillo de retinta en costra crujiente, simulando el musgo que decora los tradicionales belenes.
Como colofón, el postre imitará una bola de nieve que se desmorona en el plato, y que no será otra cosa que una fusión de coco y piña en diferentes texturas. Quedará una sorpresa final, a modo de “take away”: un tributo a las violetas, los famosos caramelos de la Plaza de Canalejas de Madrid.
Será un total de siete recetas, armonizadas todas ellas por la selección de caldos que firma José Polo, entre ellos el champán Laurent-Perrier y los vinos de los Herederos del Marqués de Riscal.
El resto de la fiesta bajo la gran cúpula, convertida esa noche en pista del baile, la completarán orquesta y DJ. A los platos (los sonoros), Fernandisco, uno de los más solicitados en grandes eventos internacionales, conseguirá seguro mantener un ritmo vibrante hasta el alba, bien entrado el nuevo año en el cinco estrellas con más solera de la ciudad.
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