¿Todavía no has probado lo último del grupo Rantanplan? después de Teckel y Pointer se atrevieron con un restaurante de cocina fusión, lo llamaron Chow Chow y, si no lo has probado, ya estás tardando.
No te equivocas si, al leer Chow Chow, piensas en un perro porque efectivamente es una raza canina proveniente del norte de China; ahí tienes la primera pista de lo que te encontrarás en este nuevo restaurante madrileño con nombre de raza de perro; esa primera pista es Asia y la segunda América porque en Madrid, en Chow Chow, confluyen la cocina japonesa y la tradición gastronómica latina ¿el resultado? una novedosa propuesta de cocina fusión que no te puedes perder.
El lugar es encantador, no en vano el interiorismo del local es cosa del estudio de María Villalón, también responsable de la decoración del restaurante Pointer, el segundo del grupo Ratanplan; en ese ambiente bello y acogedor que sólo el estudio de María Villalón es capaz de crear, descubrirás a qué sabe la cocina tradicional japonesa cuando se deja querer por tradiciones gastronómicas tan lejanas y dispares como la peruana, la venezolana, la mexicana y la brasileña.
¿Qué pedir en Chow Chow, además de la carta? gyozas, ceviche de atún, tartar de toro con caviar, nigiris, rolls, tiradito de wagyu, arepas, ensalada de tataki de atún, trío de mini tacos, foie con vieiras, bacalao negro de Alaska, udon con bogavante... y unas cuantas deliciosas locuras más, claro que lo más recomendable es siempre elegir el menú degustación permitiendo así que sea en la cocina del Chow Chow donde decidan qué bocados te llevarás a la boca.
Lo decimos siempre y no nos equivocamos, Madrid es una ciudad cada vez más rica en lo gastronómico y propuestas como Chow Chow no hace sino enriquecer más si cabe la oferta gastro de la ciudad porque no son un restaurante más ni sólo un nuevo restaurante, representan un nuevo modo de cocinar y comer y lo hacen demostrándonos que no estaba todo dicho en el ámbito de la cocina fusión.
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