Que el norte de España es para comérselo es algo que siempre hemos tenido claro por eso cuando un trozo de ese norte gastronómico pone rumbo a Madrid lo celebramos, hoy es un trozo de Asturias el que se instala en Madrid, se llama Chigre y es un restaurante que te conquistará de las fabes a la sidra pasando por las verdinas, el pitu de caleya o el pixín.
Tanto si eres de barra como si lo tuyo es disfrutar de la buena mesa y mantel, te encantará Chigre porque es algo así como una casa de comidas de norte y mar en la que resulta imposible no encontrar acomodo ya sea para un aperitivo, ya sea para una comida como dios manda, eso sí, teniendo siempre en cuenta que estás en un restaurante asturiano: aquí las fabes son un plato de cata obligada (o casi) porque los callos y morros muy melosos a la moda de Oviedo también resultan tentadores y el arroz con bogavante, un pecado a cometer sin remordimiento alguno; si buscas platos para compartir te encantarán las croquetas de jamón y la tortilla de patatas con cebolla caramelizada y pimientos, también la tabla de quesos asturianos, todo ello regado con sidra asturiana o con alguno de los estupendos vinos incluidos en la carta; ¿más platos para pecar? ¿qué tal una mariscada? o al menos unas deliciosas navajas a la plancha, entre las carnes destaca el solomillo de vaca vieja con escalopín de foie además del mítico cachopo, el steak tartar es una delicia y, entre los pescados, los lomos de merluza de pincho a la sida o el taco de rape de Ondarroa con verduras y ajo negro no te dejarán indiferente.
Lo del postre son ya palabras mayores, de exceso absoluto y disfrute máximo: arroz con leche requemao que, nos advierten desde cocina, es ideal para compartir.
Comer en pleno centro de Madrid como si estuvieras en cualquier pueblo o ciudad de Asturias es posible si visitas Chigre, junto a la calle Serrano.
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