Restaurantes

Caray, el restaurante de la milla de oro

Hasta tres decenas de platos entre los que sería difícil apuntar algunas especialidades.

"Exclusividad y elegancia en la milla de oro madrileña". Es el sugerente claim con el que Caray recibe a los comensales. Este nuevo restaurante, junto al Gran Meliá Fénix de Madrid, lleva el sello del clásico La Montería, y se nota.

Miguel Ángel Román continúa aquí su labor en los fogones poniendo al día la cocina más tradicional, dando un toque de autor a los productos más frescos del mercado. Se desprende del aire de taberna de su mítico negocio en la calle Lope de Rueda pero las sensaciones, aromas y sabores, siguen siendo honestas e irresistibles.

El chef propone hasta tres decenas de platos entre los que sería difícil apuntar algunas especialidades. Gambas gabardina invertidas, risotto de seta, rape con arroz y zamburiñas y tartar de ciervo o solomillo de venado con vino y foie podrían ser las principales, además de entrantes como la ensalada mitíssima o la templada de perdiz, las croquetas de ortiguillas, las milhojas de remolacha, queso y anchoas, las lascas de mango, foie y crujiente… Una extensa lista que complica el decantarse por una u otra opción.

Los vinos merecen capítulo aparte. Caray ofrece una amplísima selección en la que los blancos, tintos, crianzas, reservas y grandes reservas más clásicos se combinan a la perfección con algunos apuntes contemporáneos del sumiller Valerio Carrera, conocido por su trayectoria en el emblemático Café de Oriente.

Uno de los cincuenta mejores interioristas del mundo, Lorenzo Castillo, firma el espacio con su buen gusto habitual. Se trata de un amplio local que resulta moderno jugando con elementos que se inspiran en la cultura clásica romana y que se divisan ya desde su imponente barra elíptica en la que tomar los mejores combinados. Desde esta misma Caray, desde luego, hace honor a su nombre.

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