Restaurantes

Canela Fina para los paladares de Azca

Un restaurante donde la decoración entra por la boca y los platos por los ojos.

Seguro que no es la primera vez que escuchas aquello de ‘canela en rama’ y que, sin preguntarte a qué se debe, acabas vinculándolo directamente con algo exquisito, buenísimo o lo que comunmente todos traducimos como ‘la leche’. El lujo de las especias hizo que la canela se convirtiese en sinónimo de la perfección, algo que, precisamente, el Grupo Rinconcito de Candela lleva persiguiendo desde sus orígenes. Ahora, la búsqueda del concepto se traslada hasta el corazón financiero de Madrid para hacer de Azca el nuevo punto de encuentro de los paladares más exquisitos.

La culpable de todo esto es Canela Fina y Héctor Navarro, el tándem perfecto que hace de un restaurante un entorno único donde deleitarse con las mejores aspiraciones y, para los que somos amantes de lo bello, una decoración que entra por la boca y unos platos que entran por los ojos. Y es que nada se les escapa a sus fundadores, comenzando con desayunos-brunch para aquellos que prefieren evitar los amaneceres tempranos y acabando en combinados o copas de vino en una terraza de invierno climatizada que se convierte en el mejor lugar y plan para despedir las jornadas laborales o darle pie al fin de semana.

Todo ello alimentado por una carta en la que destacan con mimo y dedicación las carnes, como el Entrecot de buey a la parrilla o el Steak Tartar El Rinconcito de Candela. Atún rojo, Huevos rotos, Croquetas de rabo de toro en su jugo, Rodaballo salvaje… 20 mesas en las que poder disfrutar estas delicias o hacer de los productos frescos y de calidad la alternativa perfecta al ‘tupper’ por menos de 13€.

Para convertir el momento en una experiencia gastronómica al completo, los tonos beiges de suelos, paredes y techos hacen que, desde cualquier parte del restaurante, incluido el reservado, Canela Fina se encuentre un poquito más cerca del concepto que engloba en sí mismo… Lo que da respuesta a la última pregunta con la que finalizaban el comunicado de presentación: ‘¿Te vienes a comprobar el porqué de su nombre?’ A ver quién es el valiente que, después de todo esto, consigue resistirse…

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