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Barbara Ann: martes mexicano y brunch setentero

Las cenas de los martes mexicanos y el brunch setentero y musical de los fines de semana son las últimas novedades del Barbara Ann.

Dos años hace ya que Barbara Ann, tal  como lo conocemos, se instalaba en Madrid y se convertía en uno de los place to eat de la capital; si en estos dos años se ha mantenido, y se mantiene, como lugar de moda en una ciudad que, en los gastronómico, es un hervidero en continua fase de ebullición, es porque saben renovarse temporada a temporada ¿sus últimas novedades? Sus martes mexicanos y su brunch setentero y musical.

Las noches de los martes México se degusta en Barbara Ann: tacos de cabrito lechón con papaya o al pastor con piña, chiliquiles con frijoles, quesadillas de rabo de toro o ceviche de camarones; todo ello regado con un Don Julio Margarita picante, frutal o clásico (tú eliges) o, si lo prefieres, un Purple Rain preparado con mezcal, violeta y arándanos. ¿La música? El sonido es mariachi, por supuesto, estamos en la noche mexicana del Barbara Ann.

¿Eres más de la inolvidable música de los años 70 que allanaron el camino a los libérrimos 80? Entonces apúntate al brunch del Barbara Ann, con más ganas incluso si eres ya un fan de la costumbre inglesa de desayunar tarde y comer pronto, es decir, del brunch: se sirve los sábados y los domingos desde la 1 de la tarde y sus sabores son, para empezar, los que imaginas ¿a qué sabe un brunch? A huevos Benedict servidos con salmón ahumando y aguacate braseado o con pavo, trufa y queso parmesano, también a pancakes artesanos con helado de vainillas, fresas y sirope de arce o a croissant de Nutella con helado y frutos rojos.

Ahora bien, decíamos del brunch del Barbara Ann que era especial porque era setentero ¿en qué se nota? En primer lugar en que celebra el 50 aniversario de los seis discos más famosos de los 70 y en segundo lugar en el modo de hacerlo: fusionando música y gastronomía.

Los huevos Benedict con salmón y aguacate braseado saben a Exile On Main Street de los Rolling mientras que los que se acompañan de pavo, trufa y queso braseado saben a Harvest de Neil Young; los ricos pancakes artesanos con helado de vainilla, fresa y sirope de arce maridan con The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars de Bowie mientras que el croissant de Nuetella con helado y frutos rojos lo hace  con la banda británica Black Sabbath.

En cuanto a los cócteles que riegan este suculento y musical brunch son dos: un mix elaborado con Ron Zacapa 23, Amaretto, piña y chocolate blanco que suena a Transformer de Lou Reed  y otro elaborado con Ciroc Vodka , pomelo rosa, jenjibre y miel que suena a Talking Book de Stevie Wonder.

Añade a este espectáculo musical y gastronómico el que reina siempre en el Barbara Ann con su música en directo y querrás perderte su brunch de los fines de semana... ni sus martes mexicanos.

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