Restaurantes

Bacira: Japonismo ilustrado

Cocina fusión mediterránea japonesa en Chamberí.

Bacira tiene ese encanto, esa magia que es capaz de fundir en un mismo enclave dos culturas dispares: la mediterránea y la japonesa. ¿O tal vez no son tan antagónicas? Desde luego tienen algo en común: la buena cocina con buenas materias primas, frutos de la tierra y del mar que alcanzan aquí su máxima expresión y se ilustran y abrazan con pinceladas e influencias del resto del mundo.

Gabriel Zapata, Vicente de la Red y Carlos Langreo. Tres nombres, tres caracteres, tres raíces distintas que conforman Bacira. Les une la amistad, la pasión y las ganas de innovar, y todo ello les ha llevado a la meta (o el punto de partida) que es este nuevo proyecto en el centro de Madrid.

Cada uno aporta su particular esencia: Gabriel, el expertise en cocina nipona con su amplia trayectoria como sushiman; Vicente, la simbiosis de tradición y vanguardia culinaria con producto autóctono que ha practicado en El Celler de Can Roca, Aponiente o El Mesón de Doña Filo; y Carlos, la profesionalidad en sala y también en los fogones, por los que ha pasado tanto con sabores patrios como internacionales (La Maruca y 99 Sushi Bar son buen ejemplo).

Han juntado estos ingredientes y los han batido hasta crear una deliciosa mezcla de todos ellos, una experiencia gastronómica en la que el Mediterráneo, Asia y Sudamérica se dan la mano. El producto de temporada, de calidad y ajustado en precio es su pasaporte en este viaje global, y con él pasan por platos como el tiradito de lubina a la bilbaína; la anguila ahumada con ricotta, tomates secos, brotes y quinoa; o la carrillera de cerdo ibérico con salsa teriyaki. Platos que culminan en un postre imprescindible, su particular Drácula, ese famoso helado de la infancia de cualquiera que aquí imitan a la perfección con ingredientes naturales.

El Billete de Vuelta es cosa de Paloma Álvarez y Teresa Lázaro. El nombre de su estudio y sus ideas le vienen al pelo a Bacira, que se enmarca gracias a ellas en un local que combina igualmente distintos elementos de antaño, actuales, de aquí y de allá. Las plantas se posan sobre los poyetes de los ventanales del antiguo edificio que lo alberga, y barra, columnas y azulejos vintage salpican un espacio con mobiliario funcional y detalles industriales.

Reclamo de barrio,  restaurante de alta cocina, parada obligatoria en Madrid. Para nacionales e internacionales, esto es Bacira.

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