Cocina informal, terraza abierta todo el año (perfectamente climatizada) y una reinvención de la carta del mítico Rubaiyat, eso es lo que encontrarás en Baby Grill, un restaurante en el que mandan los platos para compartir tanto en su barra y sus mesas altas como en las íntimas mesas del fondo; además, si eres un fan de la cocina del Rubaiyat, en Baby Grill verás colmados todos tus deseos porque su carta no sólo reinterpreta la del Rubaiyat sino que añade platos nuevos que ahondan más si cabe en la cocina brasileña y lo hacen además a un precio más ajustado de modo que Baby Grill llega amenazando con convertirse en tu restaurante de cabecera ¿tal vez tu nuevo afterwork? sus tapas y sus carta de cócteles lo merecen.
Entre las tapas no falta el pan de queso ni los dados de tapioca, el pulpo o las chips de solomillo; todos ideales para encaminarte hacia unos entrantes de escándalo ¿qué tal el carpaccio de setas? ¿y el chorizo criollo?; de plato principal bien podrías elegir una hamburguesa con pan de queso, la de wagyu o incluso una vegetal -de quinoa- para quienes prefieran saltarse la carne; ¿prefieres pasar de las hamburguesas y comer de plato? entonces te encantará la picaña fileteda, el steak tartar o el pollito de grano por no hablar del pescado del día (siempre fresco y a la voluntad de lo que haya llegado a la lonja) acompañado de guarniciones como la farofa de huevos, las legumbres a la parrilla o, si quieres ponerte clásico, unas perfectas patatas fritas. Si te castigas sin postre será porque quieras porque ni la doble mousse de chocolate ni la panqueca con dulce de leche merecen que te las saltes.
El fin de cena o de fiesta lo pone la caipiriña aunque siempre puedes optar por un negronio o un spritz, la carta de cócteles del Baby Grill, como la de vinos y sus platos para compartir, está hecha para satisfacer a todos los gustos.
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