Restaurantes

Altrapados en Al Trapo

"Altrapados", un dueto culinario para tan solo 50 afortunados comensales.

Dos chefs para un único festín. Cuatro manos maestras para una misma cocina. Dos Estrellas españoles para solo cincuenta comensales. Un solo día para quedar Altrapados en Al Trapo.

Desde que Paco Morales pisó el Hotel de Las Letras algo cambió en la Gran Vía. El Madrid más turístico se rendía a los pies de un chef que apostaba por una alta cocina sin complejos, en un entorno desenfadado y a precios contenidos sin descargarla por ello de técnica y elaboración. El reto: adaptar recetas que solo podrían darse a una veintena de comensales por día para poder hacer partícipe a un centenar.

Más allá de gustos, el concepto despertó algo que no existía en la castiza arteria madrileña y la asesoría de este joven maestro tuvo gran parte de la responsabilidad de que Al Trapo, en el interior del hotel, se pusiera en el punto de mira de todo foodie. Y no solo ha sido un imán para clientes de a pie. También lo ha sido para los más brillantes profesionales del sector a los que Paco ha "atrapado" literalmente en su filosofía.

Rodrigo de la Calle fue el primero en caer en sus redes en julio, iniciando un divertido ciclo que han bautizado como "Altrapados" y que consiste en un dueto culinario para tan solo 50 afortunados comensales, antes los cuales ambos cocineros se exponen, trabajan e interactúan. El éxito fue tan sonado que el ciclo continúa y vuelve a la carga con dos primeras figuras.

Manolo de la Osa, referencia indispensable de la cocina manchega actual, llegará el 25 de septiembre desde los fogones de sus restaurantes Las Rejas y Ars Natura para deleitar al público madrileño con su cocina de ingredientes humildes trabajados en elaboraciones delicadas y sorprendentes que se darán la mano con las creaciones de Morales.

Nacho Manzano hará lo propio con el producto asturiano y con su moderna interpretación de la gastronomía regional más arraigada. En este caso será un mes después, el 27 de octubre, fusionándose con los platos de corte más internacional del anfitrión.

Solo 50 personas tendrán la suerte de vivirlo de primera mano. La fusión de estilos, caracteres y sensaciones seguro que merece (mucho) la pena.

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