Tenemos la costumbre de celebrar las fiestas salada y dulcemente para satisfacer todos los gustos, así se hace en Madrid, donde San Isidro sabe tanto a callos cocido a la madrileña y a rabo de toro, a gallinejas y entresijos como a barquillos y sobre todo a rosquillas... y no sólo a las clásicas tontas y listas sino también a otras preparadas con recetas más modernas y sugerentes y es que la cocina creativa transforma incluso los clásicos.
Hemos elegido cinco propuestas de rosquillas que harán que se haga la boca agua incluso antes de degustarlas, sólo leyendo lo que sabemos de ellas y viéndolas en la galería de imágenes que abre esta noticia: hablamos de las rosquillas de San Isidro de Alcalá de Mallorca, las de la La Hermosita, las de Vanille Bakery Lab, las de Viena Capellanes y las de un clásico de la capital, Lhardy.
Las Pastelerías Mallorca reeditan sus emblemáticas rosquillas de Alcalá; se elaboran con masa de hojaldre muy laminado y las recubre de yema fundente y cremosa acabándolas con una fina capa de glaseado; ¿eres más tradicional y prefieres las tontas y listas de toda la vida? en Pastelerías Mallorca también las tienen.
Viena Capellanes nos ofrece también, como no podía ser de otro modo, roquillas tontas y listas pero añade a su propuesta dos más: rosquillas listas de limón y rosquillas francesas, creadas por el repostero francés de Fernando VI a petición de Bárbara de Braganza.
En La Hermosita van más allá y además de ofrecernos rosquillas tontas, listas, francesas y de Santa Clara sirven las Chulapas que se recubren con una cobertura glaseada de fresa y una decoración a base de chocolate blanco recordando así los colores de la bandera de Madrid.
En Vanille Bakery Lab cumplen con la tradición magistralmente y nos ofrecen ricas rosquillas tontas (las de la Tía Javiera), las de receta más sencilla que son, además, la base del resto de rosquillas; las listas recubiertas de un glaseado de azúcar, huevo y limón, las de Santa Clara con un merengue muy vistoso y las francesas cubiertas por un baño de azúcar glass y almendras.
Lhardy es un clásico de Madrid y es más que un restaurante, en su take away no faltan las rosquillas, ni tontas, ni listas, ni francesas ni de Santa Clara.
Galería de imágenes
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