Suiza es famosa por muchas razones pero entre todas ellas hay una que resulta especialmente deliciosa: sus quesos; la variedad de este rico manjar que nos ofrece este bello país europeo es notable y merece ser catada bocado a bocado, queso a queso, empezando tal vez por una de sus variedades más exclusivas, el Sbrinz AOP, un queso extraduro de textura única, algo que sólos e consigue tras más de 18 meses de maduración.
Hablamos de uno de los quesos de más antigua tradición en Suiza, que ya es decir, y es que se cree que para encontrar su origen hay que viajar hasta el S.XVI.
El Sbrinz AOP es una joya gastronómica y exclusiva, de intenso sabor y cuerpo, unas característica que debe tanto a su largo proceso de curación como al hecho de que se prepara con leche cruda recién ordeñada de vacas que pasta libremente y sólo comen pasto, heno y flores; es el más intenso de todos los quesos suizos con un tiempo de curación medio que va de los 18 a los 24 meses (24 meses que pueden llegar a ser hasta 40).
Como sucede con otros quesos de notable dureza, no se corta sino que se desgaja en pequeños trozos irregulares con un cuchillo especial; es perfecto para rallarlo y utilizarlo en recetas de risotto o simplemente para gratinar, para servirlo en tabla se suele acompañar de uvas, frutos secos y pan y marida con vinos con mucho cuerpo (mejor tintos).
Sólo hay 25 queserías, 4 maduradores y 380 productores autorizados a producir esta variedad de queso suizo, el Sbrinz AOP, entre todos ellos producen unas 2000 toneladas de este queso, de ellas 400 van a la exportación.
Queso de Suiza presentará este excepcional queso, el Sbrinz AOP, en la edición número 36 del Salón de Gourmets, del 17 al 20 de abril en IFEMA, una gran ocasión para conocerlo y catarlo...
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