Nos gusta la comida casera. Empezamos a degustarla en sus aromas, los que reinaban en casa cuando mamá estaba en la cocina, entre cacerolas y sartenes, convirtiendo las bolsas de la compra que traía a diaro del mercado en aquellos deliciosos platos que hoy, sólo con recordarlos, salivas.
Y entonces, abandonadas las evocaciones, vuelves a la realidad, al sandwich, la ensalada, el filete de las prisas y el pescado congelado porque la semana no da para más, los días se han hecho, al cabo de los años, más cortos y la cocina es, muy a tu pesar y sobre todo al de tu gusto, más un lugar de paso que de media o larga estancia. Son las cosas de la vida moderna...
Claro que en Lekué están en todo, también en ese gusto nuestro por la comida casera como estaban en nuestras verduras frescas, y nos traen uno de esos objetos útiles a rabiar, diseñado además con la discreción del buen gusto, y que se adapta al ritmo acelerado, deborador absoluto de nuestro tiempo.
Se trata de unos envases individuales, de acomodo perfecto en la nevera y el congelador, para que el tiempo que dedicas a la cocina, probablemente poco más allá del sábado o domingo, reine en tu gusto toda la semana.
Disponibles en dos tamaños, el de 100ml, ideal para conservar salsas, caldos u otros ingredientes básicos con los que componer un plato al vuelvo y un modelo de tamaño superior que permite conservar sopas, purés... descongelar y el primer plato está servido. Todos los envases mantienen su cierre hermético gracias a que la tapa está unida a la base.
Ahora sí, ahora ya podemos ir al mercado, hacer la compra de toda la vida, preparar nuestras porciones de menú diario y comer casero toda la semana.
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