A nadie le amarga un dulce y menos aún si ese dulce es un chocolate caliente, a la taza, en invierno, Valor y acompañado de unos churros, unas porras (con una basta...) o un buen pedazo de Roscón de Reyes (a ser posible con sorpresa y sin haba).
Y es que Valor es una firma centenaria que ha dado con las fórmulas perfectas para el chocolate, decimos bien, fórmulas porque no es lo mismo el cacao en polvo que la barra de chocolate para hacer a la taza y ninguno de los dos son iguales al chocolate que se compra en brick, es más, ni tan siquiera el cacao en polvo para preparar un rico chocolate a la taza es único, está el tradicional (el que nunca falla) pero también lo hay sin azúcares añadidos o intenso para los muy pero que muy chocolateros.
El día de Reyes es, reconozcámoslo, un poco agridulce: es feliz porque es tiempo de regalos, no digamos ya si hay niños en casa, y es también en cierto modo un alivio porque después de tantos días navideños ya rozamos la saturación tanto de buen comer como de buena compañía... pero por otra parte este día nos lanza directos a la cuesta de enero, a la rutina, al nuevo año que no tardaremos en descubrir que no es tan distinto del anterior... Así que ante esta alegría amarga o amargura alegre la mejor opción es un reconfortante chocolate caliente ¿no crees?.