Gourmet

La Conservera de Frinsa. Mar enlatado

Un espacio donde encontrarse con las mejores conservas y sus posibilidades gastronómicas.

Abrió sus puertas en el madrileño barrio de Salamanca hace un año y se ha convertido en punto de encuentro entre los amantes de las conservas y Frinsa, una de las marcas que mejor las trabajan. Amor por el producto, las Rías Gallegas, las bondades del mar. Un lugar donde rendirse a bocados enlatados que son un lujo para los sentidos.

Frinsa nació en 1961 en la gallega Ribeira con el firme compromiso de producir conservas de calidad y con un profundo respeto al medio ambiente. Y dentro de las diferentes divisiones de la marca, el sello Frinsa es el que agrupa sus conservas premium. Unas conservas que ya solo en imagen dejan ver un perfecto equilibrio entre tradición y presente. Una imagen limpia que no despista del verdadero protagonista, el que queda al descubierto cuando tiramos de la anilla.

Porque dentro podremos encontrar almejas, berberechos o navajas al natural; unos magníficos mejillones en escabeche, que es suave, elaborado a partir de recetas tradicionales, o zamburiñas en salsa de vieira. También pulpo, elaborado a partir de los tentáculos del molusco y cortados a mano, sardinillas o atún claro, los tres en aceite de oliva. Sin olvidar el bonito del norte y la ventresca de bonito, esa parte situada en la zona ventral del pescado, apreciada como ninguna por su mayor proporción de grasa, su carne gelatinosa y laminada y su sabor intenso.

Bocados al natural pero también con muchas aplicaciones en cocina, porque las conservas no solo están pensadas para acompañar un vermut de sábado, que también. En su web cuentan con un recetario donde inspirarse con mil y una ideas. Y picarás, porque tiene tienda online. Recomendamos que echéis un vistazo, con el mismo ánimo de que os dejéis caer por La Conservera, pero también por Platea Madrid, espacio gastronómico donde Frinsa tiene una barra temática.

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