Gourmet

Gastrofestival 2015 se renueva con Jazz y queso

El centro Cultural Conde Duque entra en el Gastrofestival por primera vez a golpe de queso y jazz, algo más que una simple cata a ciegas.

El Gastrofestival 2015 se despide de la capital dejándonos un delicioso sabor de boca lleno de tradición y vanguardia. Hablar de todas las propuestas de este año ha sido un imposible, pero sí cabe destacar la fantástica labor que cada año, el Ayuntamiento de Madrid, de la mano de las demás instituciones, llevan a cabo para trasladarnos a otra dimensión en la que es una de las citas gastronómicas del año.

Este año, el Centro Cultural Conde Duque se ha sumado a la oferta del Gastrofestival, con una propuesta que nos ha dejado a todos más que sorprendidos. El centro Conde Duque ha decidido entrar en el hall de presentaciones con una propuesta diferente; su aportación: poner música al festival en colaboración con nuestros amigos de la quesería Conde Duque, y organizar "Jazz, Cheese & Sherry".

Jazz, Cheese & Sherry, parte de lo que podría ser una cata a ciegas, para convertirse en una experiencia multisensorial cuyo propósito es ya no sólo conquistar nuestro paladar, sino también acercar el amor por el trabajo artesanal al Gastrofestival. Para ello, propone la degustación de seis magníficos quesos, acompañando cada bocado con un tema en directo del grupo de jazz gallego Alberto Vilas Cuarteto. Seis quesos totalmente diferentes, desde un cremoso queso azul de leche cruda de oveja, con un paladar lleno de contrastes y salpicaduras picantes al famoso Torrejón con ceniza, puro terciopelo en forma de queso ligero, de una cremosidad y textura indescriptibles. Justa mención habría que hacer del fino Tío Pepe y del refrescante Beronia que nos hicieron de compañeros de vagón en esta experiencia en la que el sentido de la vista desapareció prácticamente por completo.

Aunque sólo haya mencionado dos de los seis quesos de la degustación, podéis encontrar éstos y cientos más en la quesería de Conde Duque, en C/ Conde Duque, 15, en Madrid. Y ya que el Gastrofestival ha servido de precedente, os animo a que os dejéis caer por allí y conseguid alguna de sus joyas. Cuando lleguéis a casa, elegid una música ambiente que os seduzca, vendaos los ojos y dejáos llevar por la magia del queso artesano. Porque hay placeres, que sí pueden vivirse más de una vez; simplemente son nuestros sentidos los que ponen los límites.

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