Su sabor y todo aquello que tiene de bueno para la salud hacen que quien no lo adora es porque todavía no la probó. El aceite de cornicabra, el de los Montes de Toledo, posee un gran porcentaje de ácido oleico y antioxidantes, especialmente polifenoles, es decir que previene las enfermedades cardiovasculares, enriquece las células, las fortalece en su lucha contra la vejez y alarga la vida. De hecho, es reconocido como uno de los aceites más saludables del mundo.
Tiene un sabor inconfundible. Es ligeramente picante, amargo. Con aromas de manzana y almendra junto a otras frutas dulces, maduras. Es equilibrado. Y así lo demuestra en crudo, en ensaladas, verduras. Pero también en cocina: guisos, asados, pescados. Su sabor se nota, pero no confunde, realza el de la materia prima.
Cornicabra, autóctona de los Montes de Toledo, es la aceituna que enorgullece a los olivareros y envasadores de la zona. Es como es y solo así, gracias a las condiciones del clima y del suelo de dicha zona. Es, además, una variedad que se produce a pequeña escala, se cuida el árbol, el fruto y el proceso de elaboración. El resultado es un aceite de calidad. Conocido en todo el mundo. Picante y amargo.